Un amigo

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Chrome realmente no entendía ni sabía por qué Senku había cambiado tanto desde la perdida de Kohaku, bueno, más bien no entendía por qué le había afectado tanto; él mismo y Ruri eran de lo más cercanos a ella, eran bastante cercanos a ella, que se fuera les había dolido demasiado, sabía que eran de los que más sufrían con eso incluyendo a Kokuyo y Suika, y aun así Senku era el más afectado, y Chrome no terminaba de comprender por qué, no había una razón lógica para él, ¿o sí?

De repente, las ultimas palabras de Kohaku resonaron claras en sus oídos. Ella lo amaba, no sabía cómo ni cuándo había sucedido, pero lo amaba, ¿Senku sentía lo mismo por ella? ¿era mutuo el sentimiento? ¿cuál era su relación de todos modos?

—Senku ¿la amabas? —soltó antes de poder detener las palabras.

Senku estaba trabajando de espaldas a Chrome, y al escucharlo se puso rígido, dejando de revolver lo que fuera que estuviera mezclando en los tubos de ensayo.

—¿Ah? —Se volteó en su dirección sin apartar la mirada del tubo de ensayo, enarcando una ceja—, ¿a qué viene esa pregunta tan de repente? —dijo, pero entonces lo miró, vio la mirada de Chrome y todo ápice de desentendimiento desapareció.

—¿Lo hacías, Senku? —insistió.

No quería ser pesado ni parecer un chismoso o algo parecido, solo necesitaba saber qué ocurría, él era su amigo después de todo.

Senku dejó de revolver el tubo de ensayo para mirarlo seriamente.

—Lo hice —respondió después de un momento—. Lo hago —continuo con una voz más suave.

Está vez fue Chrome quien se quedó en silencio.

—Bueno... —comenzó después de unos momentos—, ahora entiendo muchas cosas.

Senku suspiró tranquilamente con un aire divertido antes de volver a mirarlo, luego dejó su experimento a un lado y Chrome pareció entender lo que Senku quería hacer, porque ambos se dirigieron al pequeño cuarto junto al laboratorio en el que ahora vivía Senku, tomando asiento en el sofá antes de servirse un poco de sake.

¿Senku siempre había tenido tantas botellas con él?

—¿Crees que ella lo sabía? —Habló sacándolo de sus pensamientos.

—No lo sé, tal vez. —Chrome se encogió de hombros, nunca había sido bueno comprendiendo muchas cosas, e iba a cortar la conversación en ese momento, pero Senku no aparto su mirada de él; la pregunta estaba claramente ardiendo en su mente—. No estoy seguro, Senku, pero es Kohaku de quien hablamos, claramente era feliz.

Su mente volvió a los tiempos en los que habían comenzado a trabajar juntos los tres para salvar a Ruri, a todos os proyectos que hicieron en equipo y como fueron creciendo no solo en compañeros sino en la confianza que había.

Miro a Senku por el rabillo del ojo, había tomado ya la cuarta copa de sake mirando fijamente al fuego en la pequeña chimenea.

—Yo creo que lo sabía —dijo de repente haciendo que Senku lo mirara de golpe—. Solo que como los dos eran unas cabezotas, seguro querían esperar a que termináramos la misión y recuperar a la humanidad, ¿no?

—Sí... —susurró con una sonrisa agridulce, no muy satisfecho con la respuesta.

Por supuesto que él ya sabía eso.

—Senku, no quiero decidir cómo necesitas vivir tu vida... pero no puedes estancarte así por siempre —murmuró—. Necesitas continuar con tu vida, ser feliz. —Le quitó la copita que tenía en la mano y Senku abrió mucho los ojos—. No puedes ahogarte en alcohol, ¿crees que ella hubiera querido eso? —preguntó pero antes de que él pudiera responder continuó—, no te digo que busques a alguien más, pero sí que recuerdes que hay muchas personas a las que aún les importas mucho, ¿de acuerdo?

—No tienes nada de qué preocuparte.

—Senku...

—No, Chrome. Hablo en serio, aún hay mucho trabajo por hacer. —Se levantó y caminó hasta la chimenea antes de volver a mirarlo, cuando finalmente mostró su rostro, lo miró directo a los ojos, encharcando una ceja y hurgando en su oído. A Chrome no le gustaba la dirección en la que iba eso—. No te preocupes, no me "estancaré", tenemos una civilización que reconstruir —remarcó, inspiró profundamente. —No pasa nada.

Chrome lo miro, y deseo más que cualquier cosa en el mundo que Kohaku estuviera ahí.

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¡Tiemblen! Al principio no dejé esta nota, pero cambie de opinión *inserten risa malvada*, les adelanto que en el siguiente capitulo finalmente se sabrá que le paso a Kohaku, siento que ya les deje con mucha incógnita y weno, al menos ya saben que esperar x'D

Oh, por cierto, solo quedan como 3 o 4 capítulos más o menos :D

Gracias por leerme, en serio :3 a pesar de tanta tristeza que da este fanfic es bonito saber que me leen, mucho amor para ustedes.

ÁmbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora