Hay pocas que contar de alguien que tan solo es un secreto encerrado; pero hay mucho que contar de un secreto liberado el cual grita sin la necesidad de hablar.
Esto soy yo, Cassandra Chernyshev, la adorable y pequeña Cassy; como me solian decir...
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Narra Toni
El humo de mi café mañanero relajaba mí mente mientras leía una de mis novelas eróticas sentado en un taburete de la cocina.
La paz duro poco ya que un portazo en la puerta inundó la silenciosa cocina.
Al levantar la cabeza vi a mi hermano lleno de ira; sus hombros estaban tensos, su mandíbula preta a más no poder y sus pupilas dilatadas.
Carlo: TE PIENSAS QUE SOY IMBÉCIL TONI? Pregunta enfurecido acercsdose a mí para cogerme del cuello de la camisa.
Yo: no se de qué estás hablando Carlo... Respondo sin elevar la voz mirándolo fijamente.
Carlo: NO?! Y LAS MANTAS Y LOS DOS TROZOS DE PIZZA QUE HABÍA EN EL SÓTANO LLEGARON SOLOS NO?? Interroga con odio apretando más el cuello de mi camisa.
XX: Carlo deja a tu hermano ordena una suave voz detrás de nosotros. Al girar levemente la cabeza aprecié unos cabellos rojizos mirarnos con atención.
Carlo: CASSANDRA TU CALLATE NO TE INCUMBE Dice mirándola fijamente sin cambiar su cara
Cassy: me incumbe por 2 motivos Gambino; 1° vivo en una casa donde se retiene una chica y puedo ser culpada por ello y 2° yo te robe la llave en la noche y le baje esas cosas a la chica réplica decidida y segura caminado hacia donde estábamos para sacar las manos de Carlo del cuello de mí camisa. Esa chica está sobreviviendo de una forma inhumana eres un maldito bestia. Continúa mientras echaba sus hombros hacia atrás y le mantenía la mirada.
Carlo: NO TIENES DERECHO A LLAMARME ASI!! Voces enfurecido pegando un puñetazo a la barra de la cocina con gran fuerza sacando ligeramente la vena de su cuello.
Cassy: Y TÚ MENOS DE TENER A ALGUIEN EN ESAS CONDICIÓN Y MENOS DE QUITARLE LA LIBERTAD Argumenta poniendose a gritar también sin moverse tras el golpetazo matándolo con la mirada. No te tengo ni una pizca de miedo y no te olvides nunca de quién soy hija prosigue con una sonrisa cínica sobre sus labios para seguidamente reír y irse de la cocina de forma decidida con la cabeza en alto.
Carlo: saca a Caili del sótano... Murmura entre dientes molesto mirando por dónde se había largado la pelirroja.
... Narra Cassandra
Hacía alrededor de una hora desde que me peleé con Carlo enfrentandole cara a cara; a la salida de la pelea decidí salir de la casa y refrescar mí mente.
Caminado, caminado llegue hasta la orilla de una playa de piedra donde descalce mis pies y dejé que la suave marea los mojara.
El suave vaivén del agua sobre mis pies y la tranquilidad del lugar calmaron mis pensamientos dejándome un largo rato en blanco recuperando mí respiración normal.
XX: deberías estar con los Cambios dice una voz robótica y familiar detrás mía.
Yo: plante cara a Carlo Gambino respondo de forma relajada mientras giraba mi cuerpo encontrándome con Igor.
Igor: si te hizo algo puedo hacerle torturitas comenta serio mirándolo cerrándose de brazos a lo que reí sarcástica.
Yo: no hizo nada en absoluto respondo tranquila con una sonrisa simplemente tuvimos diferencias de opinión continuo segura mientras guardaba mí manos en el bolsillo del pantalón.
Igor: entonces no hace falta torturitas? Interroga imitando la tristeza mientras me observaba.
Yo: confiaré con que haya aprendido la lección respondo saliendo del agua llendo hacía él.
Igor: próximamente no salgas sola de casa, no es nada seguro Casandra. Comenta serío mientras me miraba atentamente.
Yo: como sabías que estaba aquí? Preguntó de forma curiosa y algo molesta poniendo mis zapatos.
Igor: tu móvil tiene un rastreador; si sales a más de 20 metros de la casa de los Gambino se activa y me mandará un mensaje responde riéndose provocando que una pequeña llama de ira volviera a surgir al ser controlada. Te llevo a la casa sube al coche ordena sin sentimiento comenzando a andar hacia la salida de la playa.
Yo: genial... Ahora la que no tiene libertad soy yo murmuró molesta siguendole de lejos.
...
Nuevamente al entrar en la casa note una tensión tranquila, rápidamente mi vista se dirigió a la preciosa joven pelinegra de ojos azul cielo la cual estaba sentado con el mayor de los Gambino.
Al verla "libre" sentí una sensación gratificante la cual provocó que sonriera victoriosa.
Toni: pero si es la zanahoria, regresaste saludo de forma molesta fastidiando el momento. Decidida a no pelear volví mi cabeza y me diriji a la cocina donde de lejos observé a Carlo.
Al entrar en la cocina este me miró serio y molestó.
Yo: hiciste lo correcto para la chica Carlo... susurro sonriéndole orgullosa acércandome a el para posar una de mis manos en su hombro.
Carlo: estaba histérico perdí los papeles, no debí gritarte comenta en un tono más sosegado relajando su postura.
Yo: yo no debí decirte esas burradas... Además no pienso eso de tí. Creo firmemente que eres un buen tipo explicó arrepentida con un tono tranquila. Firmemente pieso que eres bueno aunque con un pequeño descontrol sobre la ira; pero puedo ayudarte... Continuo sonrisnte y segura observandole.
