Hay pocas que contar de alguien que tan solo es un secreto encerrado; pero hay mucho que contar de un secreto liberado el cual grita sin la necesidad de hablar.
Esto soy yo, Cassandra Chernyshev, la adorable y pequeña Cassy; como me solian decir...
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Narra Cassandra
Otra mañana más volvía a salir el sol indicando un nuevo día y otro día más en mis dos semanas que volví a no dormir correctamente.
Mi mente se me tenía muy lejana en situaciones y momento irreales y poco probables; mientras que mi visita se centraba en la ventana del hotel por la cual vi pasar la mayoría de las horas.
Un leve gruñido alteró mis sentido; levemente gire en el sofá en el que me encontraba tumbada para ver cómo Carlo despertaba con gran resaca.
Yo: gruñón de buena mañana comento sonriendo levemente para reincorporarme en el sofá.
Carlo sorprendido giró su cabeza mirandome extrañado con inseguridad
Carlo: dormiste en el sofá? Pregunta molesto levantandose de la cama para dirigirse a la neverita donde tomo una botellita de agua.
Yo: no, no dormí en el sofá contesto de forma irónica y divertida levantándome del sofá para andar hasta el ventanal.
Carlo: deberías descansar Cassandra, podrías probar con algún medicamento para descansar o alguna infusión comenta seguro apollandose en la pared mientras tomaba agua.
Yo: tal vez después de todo esto pueda descansar... O tal vez no duerma más y me vuelva totalmente loca enunció triste con un sonrisa amarga cruzandome de brazos.
...
El completo silencio nos invadía a Carlo y a mí cuando entramos en la casa; el reprimía sus impulsos y yo simplemente no sabía que pensar de toda la situación.
Cuando llegamos a la cocina pude ver cómo un viejo amigo mío se encontraba tomando café mientras charlaba con Toni.
Yo: José? Preguntó extrañada ladeando la cabeza llamando la atención del nombrado.
José: no me jodas.... Cassy? Consulta dando un salto en la silla con una gran sonrisa.
Yo: por ahora no me cambié el nombre respondo divertida con una sonrisa acercándome para darle un gran abrazo después de mucho tiempo.
Carlo: se conocen? interroga extrañado al ver la cercanía
José: viejos amigos muy conocidos responde revolviendo mi pelo y separándose de mí.
Yo: desde los 8 años no? consultó emocionada como si volviera a ser una niña.
José: juraría que es desde los 7 cuestiona pensativo mientras volvía a sentarse.
