PERCYCO DE LOCOS

Parte 15

Percy se sentó en la arena disfrutando del olor a playa, se relajó por completo después de un par de minutos

— Hey pa... Si pudieras darnos una mano sería genial—susurro sin muchas esperanzas de que su padre lo escuchara

Cerró los ojos dejando que el sol bañara su piel, los dioses sabían que Nico necesitaba algo de vitamina B

— Es curioso ver a mi hijastro tomar el sol—una voz dulce lo sacó de la paz que lo embargaba, abrió los ojos de golpe y miró hacia arriba

— Señora Persefone—se levantó tan rápido como sus doloridos músculos le dejaron

— Hola Percy—sonrió un poco mirando al semidiós— tu padre dijo que iban a necesitar ayuda para llegar... Aunque pensé que te iba a encontrar junto a Nico—dijo mirando alrededor buscando el cuerpo de Percy

— Ah si... Eso... Está en el agua—dijo señalando el mar detrás de él

— Oh no... —miró el océano negando con la cabeza— cuando terminen con... Este problema me buscan en el invernadero qur está a unas cuadras—dijo comenzando a caminar lejos de la playa— oh y Percy... Nico tiende a atraer a dioses de otras culturas... Deberías ir sacando tu espada—dijo antes de desaparecer en un remolino de pétalos

— Nico... ¿Qué? —escuchó un alboroto tras de él, al voltear se encontró a Nico corriendo fuera del agua con riptide en mano

— ¡Percy prepárate! ¡Saca la espada! —esta vez no perdió el tiempo y sacó la espada de hierro estigio tan pronto como Nico se lo pidió.

— ¿¡Qué rayos pasó!? —la respuesta llegó en forma de una explosión de agua seguida de una diosa de tres metros de lo más rara— mierda... ¡Enojaste a un dios!

— Percy estoy en tu cuerpo con tú cerebro ¡¡claro que hice enojar a un dios!!