Capitulo 20

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Capitulo 20

HOSPITAL

*Habitación de José María*

Los niños eran o parecían ser de otro planeta.

Un día podían estar gravemente enfermos, pero al siguiente morían por correr y saltar. Era eso lo que precisamente Pancho y Gumersinda Montes le decían que no podía hacer a su nieto cuando tocaron a la puerta...

Y si desde adentro dijeron que podían pasar, fue o porque no sabían quién era o porque creyeron que se trataría de Cristina Álvarez en solitario...

JM: ¡Patrón!! ¡Patrona! ¿Vinieron a visitarme?? (Sintiéndose por primera vez en su corta vida alguien importante)

C: Claro que sí... ¿Cómo te sientes...? (Hablando ella, pues Federico parecía estar en el espacio)

>> Pero la verdad era que su marido estudiaba al niño, buscando algún parecido con él quizás... O algo que le confirmara antes de los análisis que sí era su hijo...

Y Cristina mientras platicaba con el pequeño, también se encontró analizándolo... Tenía ciertos rasgos de Federico... Tal vez ahora no se parecían mucho físicamente, pero cada vez se convencía más...

Recordó haber oído que José María era algo peleonero... Tal cual Federico Rivero...

JM: ¡Patrón! ¡Patrón!! ¡Don Federico!! (Sin comprender por qué el patrón no podía escucharlo)

>> Cristina le tocó el brazo a su marido y él salió de su ensimismamiento. <<

C: José María te está hablando...

F: si... Perdón... Pensaba en otra cosa...

JM: dicen mis abuelos que vamos a regresarle el caballo que me regaló.

F: no. Eso no voy a permitirlo.

JM: yo tampoco quiero, patrón... Pero ellos son como mis papás... Y también puedo caerme otra vez...

F: ese fue un descuido. Yo no debí dejarlos solos. Pero seguirás montando como siempre y en tu propio caballo.

Pan: Don Federico, entienda que no necesitamos nada de usted.

F: entiendan ustedes 2 que si resulta que José María es... (Siendo interrumpido por su esposa)

>> Y es que de un tiempo para acá, Federico tenía a Cristina a su lado, y era ella quien le impedía cometer tonterías o imprudencias de las que luego se lamentarían.

C: Tranquilízate, Federico. Déjame a mí hablar con Pancho y Gumersinda. Tú quédate cuidando un rato a José María...

*Pasillo*

Gum: señorita Cristina, nosotros solo queremos que el patrón no se acerque a nuestro nieto.

Pan: y estamos decididos a irnos de "El Platanal".

C: Pero... ¿A dónde?? Toda la vida han vivido ahí...

Gum: no nos importa...

C: ustedes mejor que yo lo saben, José María tiene muchas posibilidades de ser hijo de mi marido. Y Federico va a hacerse responsable de él.

Gum: ya se lo dijimos, patrona. No queremos nada de su marido.

C: pero a lo mejor José María sí. Y la ley estipula que un padre debe responder por sus hijos.

Pan: buena hora de acordarse.

C: Federico no lo sabía. En cambio, ustedes sí. Y debieron decírselo.

Amarte DueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora