Amortentia: El desorden que dejas. - Malfoy & Clarke

Capítulo 3: Las cosas no se pueden planear

Narra Jade

Volví rápidamente de aquella pesadilla que acababa de presenciar. Las piernas no me respondían. En menos de una semana las sensaciones y emociones que recorrían mi cuerpo me tenían en una montaña rusa.

Caí al suelo de vuelta en el trasbordador. Estaba lloviendo, en un jardín un tanto familiar pero que en ese momento no podía localizar.

Estaba en el suelo, afligida, demasiado triste para ponerme en pie e investigar sobre mi paradero.

De pronto, vi que una sombra se acercaba a mí corriendo.

-¡Jade, cariño!-Se agachó a verme.

Esa voz era muy familiar.

-Jade mi vida, ¿qué te ha pasado?

Era ella, Cissy.

-¿Cissy?-Dije confundida.

-Vamos, estás empapada y hace frío. Te daré ropa seca.

Entramos a la Malfoy Manor, cuánto hacía que no entraba aquí.

Cissy me ayudó a vestirme con una sudadera y unas mallas deportivas y me tumbó en el sofá junto a la chimenea para que entrase en calor.

Al cabo de un rato me desperté, al parecer caí rendida en cuanto entré en calor.

Fui en busca de alguien en aquella casa, alguien que me explicase cómo he acabado aquí.

Me acerqué a la cocina, venía un olor buenísimo desde allí.

-Pasa cariño, que no te de vergüenza. Recuerda que esta también es tu casa.-Me dijo mientras daba vueltas con el cucharón a la sopa.

-Perdona Narcissa, estoy bastante desorientada. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estoy aquí?

-Llegaste muy triste, casi no podías ni hablar. ¿Quién te ha hecho tanto daño pequeña?

-No quisiera entrar en ese debate Narcissa, pero vi una cosa de tu hijo que me molestó mucho...

El silencio se apoderó de la cocina, incluso de la mansión.

-Hace tiempo que no se nada de él, desde que se fue a casa de los Greengrass le he visto un par de veces contadas.-Me contestó triste, se le notaba en la voz.

-¿Y cómo es que acabé aquí en lugar de mi casa?-Pregunté confundida.

-Querida, es posible que tu subconsciente te haya traicionado y sentías que el lugar más seguro era nuestra casa, tu casa.

Estuve charlando con Narcissa de todo lo que me había sucedido estos últimos años mientras tomaba un poco de sopa.

-No puedo creer lo de ese tal Mike, ni lo de tus amigos.

-Lo sé, muy fuerte.

-En cuanto a lo de mi hijo yo...

-Cissy, no te preocupes, tú no tienes nada que ver. Él es quien me ha hecho daño. Tú te has desvivido siempre por que tu hijo fuera un hombre en el futuro.-La abracé.

-No soporto ver el daño que te ha hecho desde el primer día que te conoció Jade, es un impresentable. Y te lo dice su madre.

Agaché la cabeza, estaba desconsolada. El daño que me había hecho Draco era irreparable y no solo por su relación con Astoria, si no desde el minuto uno de nuestra relación me dejó con el corazón roto.

-Narcissa, ¿te importa si llamo a mi tía? Estará preocupada.

-En absoluto cariño, ya sabes donde está el teléfono.