Capítulo 8: El último vals

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No podía más, Astoria no dejaba de lanzarme la maldición. Estaba sufriendo muchísimo y no había nadie para ayudarme.

Solo Draco, y sabemos que no lo iba a hacer.

-¡Astoria, para!-Llegó Daphne para salvarme, como siempre en los últimos días.

Le pegó un empujón a su hermana y eso hizo que dejase de lanzar el hechizo.

-Hermana estúpida, deja que haga las cosas a mi manera.-Le contestó.

-Como vuelvas a hacerle eso a Jade no voy a responder.

-¿Y si no qué?

El silencio era incómodo, por un momento pude entrar en los pensamientos de mi amiga y no me creía lo que iba a pasar.

-Y si no contaré lo bien que te lo pasaste con el novio de Pansy.

La cara de Astoria se volvió blanca. Draco, que seguía impasible en el suelo, alzó la cabeza con cara de pocos amigos y se puso de pie.

Yo no podía creer que Daphne lo hubiese dicho.

-Mataré a Pansy...-Dijo Astoria.

-No, Pansy no tiene la culpa de que seas infiel.-Contestó Daphne.

-Espera un momento, ¿cuándo pasó eso Astoria?-Preguntó Draco.

-Y no mientas, porque tenemos la verdad.-Intervino Pansy de la nada.

-Pues...-La voz le temblaba, no sabía donde mirar.

-¡¿PUES QUÉ ASTORIA?!-Gritó Malfoy.

-Pues hará unos pocos meses, no sé, tal vez siete... Alrededor de abril...-Agachó la cabeza.

-Me has puesto los cuernos Astoria, nos íbamos a casar...

-¿Cómo que íbamos? No, Draco por favor. Podemos hablarlo y arreglarlo como buenos adultos que somos.-Se acercó ella a Malfoy.

-Dime que solo fue un beso Astoria...

-Solo fue un beso...

-¿Seguro Astoria?-Dije yo.

-¡NO TE METAS! ¡TODO ESTO ES POR TU CULPA!-Me gritó y me dio una bofetada.

Se hizo de nuevo el silencio.

-Vuelve a tocarla y te las verás conmigo.-Contestó Draco.

-Pero Draco, mon amour.-Intentó acariciar su cara y Draco se apartó.

-¿Solo fue un beso?-Preguntó Malfoy de nuevo.

-No, me acosté con él y además tres veces.

Todos nos asombramos, sabíamos que lo había hecho pero... ¿TRES VECES?

Tengo que decir que también me asombró bastante su sinceridad, no pensaba que lo fuese a reconocer nunca.

-Pero Draco yo solo te quiero a ti...

-Si me quisieras, no me habrías fallado de esta manera. Dame el anillo.

-No, el anillo no Draco.-Cogía su mano.

-Dame el puto anillo, no pienso casarme contigo.-Extendió su mano.

Se lo dió y salió corriendo mientras lloraba por los pasillos.

Draco hizo un hechizo que redujo al anillo en cenizas.

-¿Estás bien? No queríamos que...-Comencé a decir pero me cortó.

-¿Desde cuándo sabes esto Jade?-Dijo bastante serio.

-Desde el primer día de curso.-Agaché mi cabeza.

-¿Y por qué no me lo dijiste ese mismo día?

-Lo intenté, fui corriendo a buscarte pero te recuerdo que ella se rió de mí y mis ganas se perdieron. Siento haberlo ocultado, te veía tan feliz...

-No te disculpes, bastante has hecho aguantando todo lo que te ha hecho. Y aguantando que yo no hiciera nada por ti. El que debería disculparse soy yo...

-Ya está Draco, borrón y cuenta nueva.

-Bueno, nosotras ya nos teníamos que ir a... mmm... ¿jugar al quidditch?-Dijo Pansy.

-Esto.. Sí, cierto. Adiós.-Dijo Daphne mientras salían corriendo.

Nos empezamos a reir Draco y yo.

-Bueno, la canción que estabas tocando... ¿es para el concurso de talentos?

-¿Estás de coña? No estoy lista para esas cosas, solo que las chicas se habían empeñado en que les cantase al piano.

-Porque lo haces muy bien, pequeña Jade.

'Pequeña Jade, que en paz me hace sentir eso.'

-Que va, lo hago para divertirme. ¿Tú vas a presentarte al concurso?

-¿Yo? Vamos Jade, sabes que no sé hacer nada, ni siquiera sé bailar.-Nos empezamos a reír a carcajadas porque los dos sabíamos que eso era cierto.

Draco y yo pasamos horas y horas en la sala de música hablando, toqué el piano varias veces, canté e incluso bailamos.

Mientras el piano iba sonando, Draco y yo nos pusimos a bailar.

-Vamos a ensayar, ya verás que no se te da tan mal.-Dije mientras nos poníamos en posición.

-Te voy a pisar mil veces Jade.-Dijo poniendo los ojos en blanco.

La música comenzó a sonar lentamente,  (vals de la la land).

No podía dejar de mirar aquellos ojos grises que ya no parecían tan tristes.

'Cuánto te quiero Draco Malfoy'

Amortentia: El desorden que dejas. - Malfoy & ClarkeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora