Capítulo 11

1.1K 89 12
                                    

-Emilio ¿Cómo conseguiste una reservación aquí? 

Emilio frenó en secó y, de no ser por tener los cinturones puestos, Emi y Joaquín  se hubieran chocado con algo.

-¡Emilio, conduce bien! 

-¡Lo siento!

  -¿Amor, estás bien?

  -Si, mami.  ¿Tú bien?

  -Si, no te preocupes.  ¿Emilio, qué sucede?

-Em ... Nada.

-Algo ocurre, dímelo.

  -Yo.  Olvidé las reservación.

   -¿iY ¿cómo rayos planeabas entrar !?

-¡Mami, no hables así!

  -Perdón.  Responde, Marcos.

  -Lo siento, lo olvidé por completo.  Pero hagamos otra cosa.  Vamos.  Vamos a McDonald's. 

-¡Sii, quiero cajita feliz!

  -Bien, entonces.  Conduce que tengo hambre. 

Emilio asintió y comenzó a conducir hasta el McDonald's mas cercano y apenas llegaron pidieron tres cajitas felices.  Joaquín  y Emilio pidieron eso para darle el juguete a Emi.

 
Se quedaron ahi comiendo en un silencio cómodo y el primero en acabar fue el menor  y se puso a jugar con los tres juguetes mientras los otros seguían comiendo.

Emilio  perdiéndose en el miel de los ojos de  Joaquín  y él perdiéndose en el negro de los ojos del otro. 



-¿Mami?

  -Eh, dime.  -Emi se acercó al oído de su madre.

  -Te quiero mucho, mucho, mucho.  –Susurró. 



-Yo también.  –Volvió a susurrar, Joaquín.

  -Me siento excluido.

  -Lo siento. Emi bajó del asiento y fue a abrazar a su padre.




  -Te quiero, pequeño.

  -Yo también, papi.

  Emilio sonrió y volvió a abrazar a Emi.  Joaquín, por otro lado, miraba maravillado esa escena.  Hace mucho había deseado el poder estar así y ahora que realmente estaba pasando, se sintió completo.



-¿Tegustaría ir al parque, Emi?

-¡Sii!


  -Te parece bien, solecito?  -Joaquín  se sonrojó ante ese apodo y asintió.



  -Entonces vamos.


  Se levantó y cargó a Emi sobre sus hombros, después, se acercó a Joaquín  y le tomó de la mano para salir de ahí.  Después de un poco de tiempo de estar conduciendo, fueron a un parque un poco alejado pero a la vez muy bonito. 



Emi volvió a jugar con sus juguetes mientras los otros dos se quedaban sentados, Emilio  sin apartar los ojos del castaño



  -¿Joa?

-Dime.




  -En verdad, te amo.




  -Yo nunca deje de hacerlo.



  Emilio sonrió, corroboró que Emi no los viera y se acercó a Joaquín  para besarlo.  Al principio, el castaño se sorprendió pero ambos se necesitaban y no solo por el hecho de ser predestinados.



  Ambos se han acostumbrado a tener al otro cerca y eso era algo que nadie iba a poder cambiar, ni siquiera la distancia que tuvieran.  Ambos se complementaban, ambos eran dos piezas que nunca podrían separarse.



  -¡No veo, no veo! 



Eso los hizo separarse y Joaquín  bajó la mirada totalmente sonrojado,  Emilio simplemente reía y se levantaba a comenzar a correr atrás de Emi.  Después de unos minutos, Joaquín  se levantó y corrió hasta alcanzar a Emi y lo cargó en sus hombros. 



-¡Alcánzanos, si puedes!  -Gritó Emi.



  -Ahora verán.  –-Susurró Emilio antes de seguir persiguiéndolos.




  Se quedaron ahí por un par de horas.  Corriendo por todo lado, cayéndose o incluso siendo aplastados por el ojinegro.  Cuando se cansaron, se recostaron sobre el pasto con Emi al medio y miraron las estrellas hasta escuchar unos leves ronquidos. 




-Vamos a acostarlo al auto, quiero que demos un paseo tu y yo ¿si, Joa?



  -Esta bien, pero no muy lejos.


  Emilio cargó a Emi y lo acomodó en el asiento del auto, lo tapó con una cobija que tenia ahí por si algún día se quedaba en su auto y volvió donde estaba Joaquín. 



Lo tomó de una mano y entrelazó sus dedos mientras comenzaban a caminar no muy lejos.  No tenían nada que decir, porque después de todo, solo se necesitaban juntos.

-Joaquín. 

-¿Mhm? 



-Perdóname, por todo.




  -Emilio... Yo te perdoné desde el primer momento.  Me dolió, no lo negaré pero mi corazón y mi omega sabían que había sido por algo.  Ambos los extrañamos, no sabes cuanto.  Pero Emi.  Él fue la razón por la cuál decidimos esperar un poco y no dejarnos morir.



-Te hice mucho daño.  No fue mi intención, sé que debería haber luchado por ti, por nuestro amor.  Fui un cobarde y no sabes cuán arrepentido estoy, quiero arreglar las cosas y si tú me das una oportunidad, te juro que haré cualquier cosa hasta lograrlo.  ¿Me darías una oportunidad, Joa?



  -Sólo una, porque si me fallas otra vez ya no habrá más oportunidades.  Talvez, ya ni siquiera este aquí.



-No, no digas eso.  Tu estarás conmigo siempre mi hermoso, omega.  Estarás con nosotros y seremos esa familia que siempre deseamos.


  -Si, aquí estaré.


-Gracias, cariño.  Por todo.


  Louis no resistió mas y se acercó a Emilio para poder besarlo.  No era un beso con dobles intenciones.  No era un beso con el que deseaban volver a entregarse al otro, no. 


Era un beso, lento pero que expresaba todos sus sentimientos, expresaba cuanto se encuentra extrañado.  Pero principalmente. 






Expresaba amor. 



Se separaron con una sonrisa y volvieron a besarse, alfa y omega se han vuelto a encontrar.  Miel y negro volvieron a fusionarse, una promesa volvía a cellarse ese día. 



Pero .. ¿Cuánto duraría?  o ¿Cuánto podría aguntar el omega tan débil de Joaquín?
















Capítulo dedicado a cada uno de mis lectores los quiero.















Karla 💋💓

Estoy Enamorado De Ti- EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora