Lisacoln (El nuevo cuerpo de Lisa)

Capítulo 4: La amiga

Lisa entro a un casino, Lincoln espero afuera porque aún es menor de edad, realizando cálculos y estadísticas logro convertir sus 1000 dólares en 10 000 dólares, suficiente para alquilarse un departamento y comprarse ropa nueva.

 -Lincoln: Oye Lisa, ahora vamos a vivir los dos juntos.

 –Lisa: Es obvio hermano mío, nuestra familia nos hecho por haber cometido incesto. 

 –Lincoln: ¿Y crees que se le pasen el enojo?

 -Lisa: No lo sé, hay 50% de que nos perdonen y otro 50% que nos aborrezcan para siempre. 

 –Lincoln: Me gustaría ir a casa a recoger mis cosas. 

 –Lisa: Eso es imposible, cálculo que será mejor acércanos dentro de una semana. 

 –Lincoln: Bueno tienes razón. Por cierto, Lisa no vas a volver a la escuela primaria, eso me quedo claro ¿pero ¿Qué piensas hacer ahora?

 –Lisa: hablare con el director Huggins para realizar un examen para aprobar la escuela primaria y otro en la escuela secundaria, luego de eso iré a la universidad y hare que mi nombre sea reconocido en el mundo de la ciencia. 

 –Lincoln: Me parece muy bien todo, pero para mantenernos seguirás apostando en los casinos.

 –Lisa: Claro que no, ambos trabajaremos. 

 –Lincoln: Lo dices en serio.

  –Lisa: Si piensas que te voy a mantener estas muy equivocado, compartiremos los gastos de la vivienda en partes iguales, yo tratare de buscar trabajo dando clases de ciencia, ahora que soy una adulta puedo brindar clases a universitarios, mientras que tendrás que buscar el primer trabajo que encuentres. 

 –Lincoln: Si comprendo, pero de igual manera tengo que ir a casa por mis cosas de la escuela no puedo faltar otro día a clases. 

 –Lisa: Bien de acuerdo, pero ten cuidado te recomiendo que vayas en la noche, deje una llave entre las masetas pro emergencia no creo que se hayan dado cuenta porque no les dije a nadie. 

 –Lincoln: Eso es genial Lisa, no tendré problemas en entrar a mi habitación.

 El peliblanco se acercó a su casa cerca de la medianoche, encontró la llave dentro de la maceta tal como le indico Lisa, y así logro entrar a su cuarto y sacar sus cosas de gran importancia. Al día siguiente trata de aparentar que todo va en orden en su casa a lado de sus amigos, su amigo Clyde al preguntarle porque no fue ayer a la escuela, a él se le ocurrió la escusa más común, de que estaba resfriado. Terminado su primera materia se topa con su amiga Stella, él se pone muy nervioso a verla. 

 –Stella: ¿Cómo estas Lincoln? 

 -Lincoln: Estoy bien, descuida ayer no pude asistir porque me resfrié, pero ya me siento normal. 

 –Stella: Qué bueno amigo, sabes los chicos están organizando una salida al mall este fin de semana. ¿Te apuntas?

 –Lincoln: Claro ahí estaré.

–Stella: Muy bien, bueno ya van empezar mis clases nos vemos luego.

 –Lincoln: Claro, nos vemos.

A ver de nuevo a Stella, otra vez siente un amor por ella, y se olvida de lo que paso con su hermana, antes que Lisa cambiara a su forma adulta, él estaba muy interesado en Stella, cuando se masturbaba pensaba en ella, hasta imaginaba haciéndole el amor. 

 –Clyde: No piensas confesarte a Stella.

 –Lincoln: Ya veo que te distes cuenta de eso. 

 –Clyde: Soy tu amigo, además muestras detalles de que estas interesado en ella.

 –Lincoln: Ya veo. ¿Piensas que ella también se haya dado cuenta? 

 –Clyde: Pues por lo visto aún no. Pero deberías apresurarte con ella, he oído que Chandler también está interesado en ella. 

 –Lincoln: Lo dices en serio. 

 -Clyde: Así es amigo. 

 Luego de haber hablado con su amigo Clyde, Lincoln piensa que era el momento de actuar, lo que paso entre él y su hermana solo fue un desliz, y nunca volverá a pasar; o eso es lo que creía el hasta que llega a su nueva casa que comparte con Lisa y a ver a su hermana, grande fue sorpresa que llevaba puesta una lencería de color negro. 

 –Lincoln: ¡Qué! ¡qué haces vestid así!

 -Lisa: Pensaba en animarte un poco. 

Después de pensar bien las cosas, creo que como te arrastre a todo esto hermano. Y como la otra noche la pasamos muy bien decidí satisfacerte otra vez con mi cuerpo. 

 –Lincoln: No descuida, no es necesario.

 –Lisa: Lo dices en serio. Es muy raro sobre todo a tu edad que estas con las hormonas alborotadas. 

 –Lincoln. Bueno es que después de todo fue esto lo que nos empujó a encontrarnos ahora aquí. Si no hubiera pasado nada esa noche, estaríamos en casa en este instante. 

–Lisa: Lincoln acaso... estás interesado en una chica.

Continuará.