Cap. 2: Un juguete para la gran dama

1.3K 136 20
                                    

El ambiente era bastante pesado acompañado de aquel silencio muerto que se había generado. Trataba de mantenerme tranquila sin pensar en lo que seguiría pero no podía, mi cuerpo estaba paralizado de miedo y mi mente tan sólo podía pensar en cosas hórridas.

De reojo podía observar como Bella mostraba desagrado hacía la situación, odiaba ser sumisa frente a su madre o al menos esa impresión era la que me daba, estaba demasiado perdida en mis pensamientos para indagar más en el comportamiento de la contraría.

Mi mayor atención estaba fija en la matriarca que a su vez mantenía su mirada fija en su hija, unos segundos después sus orbes ámbar migraron hacía a mí provocándome un fuerte escalofrío.

Mirarla directamente a los ojos era como ver a un depredador seleccionando su próximo alimento. Mi cuerpo se encogió instintivamente ante eso mientras que mis manos arañaban suavemente el suelo del salón.

Por un momento mis pensamientos inundaron mi mente generando diversos escenarios que podían derivar de aquella situación, debido a tal cosa no pude percatarme como Alcina se acercaba a mí sólo fui consciente de ello al sentir como me tomaba de la camisa alzándome por encima del suelo.

El dolor no se hizo esperar ante tan repentina acción, no había sido para nada delicada al contrario me había alzado bruscamente como si fuese un costal. El agarre de la matriarca era tan fuerte que ni siquiera podía tratar de escapar, más aparte no podía hacerlo mi energía estaba totalmente agotada gracias a mi pequeño enfrentamiento con Bella.

Odiaba admitirlo pero estaba a merced total de la gran dama, como una marioneta en espera que su maestro la moviera para poder adquirir un poco de vida, sólo para el entretenimiento del mismo.

Alcina comenzó a caminar alejándose en dirección de las grandes escaleras que conectaban el salón con la planta alta. Al ir subiendo mantenía su agarre firme sin soltarme, lo más aterrador era que aquella fuerza que aplicaba era "normal" en ella, era bastante fuerte.

Con cada peldaño que subía sentía como mi cuerpo se balanceaba simulando el movimiento de un péndulo, lo peor es que no podía hacer nada por liberarme y eso me molestaba bastante.

El silencio muerto era interrumpido por los firmes pasos de la matriarca, produciendo un sonido al chocar sus tacones contra cada peldaño que pasaba.

A mitad del recorrido pude escuchar a Bella murmurando algo entre dientes posiblemente maldiciendo a su propia madre o a mí, acto seguido el sonido de aquellos bichos voladores se escuchó dando a entender que se había ido.

Por el momento sabía que aquella rubia ya no sería un problema pero... Ahora tenía que lidiar con uno mucho más grave. Pelear contra Bella era mejor que enfrentarme a Alcina.

La matriarca continuaba con su camino hasta llegar a la planta de arriba, al llegar giró a la derecha siguiendo casualmente el mismo corredor por el que yo había pasado hace no mucho, tal cosa me hizo pensar en el destino que seguía, seguramente me regresaría a esa habitación donde estaba sólo para encadenarme de nuevo, tal vez con grilletes más fuertes o incluso un collar alrededor de mi cuello.

Unos pasos más adelante logré divisar aquella puerta de madera por la cual había salido, sabía que ahí era a dónde íbamos y lo que me aguardaba, podía imaginarlo.

Mi instinto y mi orgullo (lo que quedaba) dictaban que peleara, que me liberara antes de que fuera muy tarde pero era inútil, más tomando en cuenta mis heridas y la debilidad que atacaba mi cuerpo la cual no sólo era producto de las heridas que tenía o la pérdida de sangre sino también de la mala alimentación que había tenido desde que había llegado a aquel castillo.

Instinto Animal (Resident Evil: Village)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora