𝐄𝐥 𝐂𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐨 | 𝑺𝒂𝒔𝒖𝒔𝒂𝒌𝒖 ⚘

| Capitulo 5 |

Pov. Sakura

Desde que pasó lo del callejón con ese chico malo de Uchiha y ahora entiendo porqué es así, con amistades así no lo culpo, pero lo qué no entiendo por lo qué escuche eran enviados por el padre de Sasuke, deben de ser hermanos con los cuales no se llevan para nada bien. Bueno, pero es problema suyo y que a mí no me interesa ni mierda. Mientras tanto, estoy pasando mi último día de descanso ordenando mis cosas de la habitación y tirando lo que no sirve, empezando con la ropa qué tenía acumulada en mi armario la cuál iba escogiendo y guardando en una caja y qué entre aquellas prendas estaba la camiseta del equipo de Deidara que alguna vez me pertenecía el siete de la buena suerte, tuve el maldito impulso de agarrarla entre mis manos apretujarla con mis dedos, ya no me pertenece ni él ni está camiseta, será mejor regresarse la mañana qué es día del partido ¡Uy, lo odio tanto! Pero lo qué más odio es perder; desvié la mirada hacia el perchero que mantenía colgada la chaqueta de Sasuke qué me dio en la noche del incidente...

—será mejor qué la lave ya qué tiene mi perfume y con el carácter tan podrido qué tiene seguro se molestará. —me dirijo hacía el perchero y tomé la chaqueta de cuero, para luego, revisar los bolsillos de los costados antes de lavarlo en uno no tenía nada pero en el otro me sorprendió bastante, ya qué al sacar le objeto circular me dejó sin palabras porqué era: —un anillo de compromiso ¿Él es casado?

Por alguna extraña razón sentí una desilusión al enterarme, escuchando la música de hiphop en el fondo, pero reaccione a tiempo a tirarla en el cesto de la ropa sucia junto con mía, por suerte estaba vestida con ropa cómoda: calza negra, una remera blanca amarrada en un nudo y mis Nike blancas; baje las escaleras sosteniendo el cesto contra mis caderas, sin embargo al hacerlo me cruzo con mi madre revisando su teléfono, ella me miró sonriente.

—oh. Hola, hija. —me saludo como si nada, mientras me examinaba con la mirada de arriba a bajo como si un detector fuera hasta detenerse en el cesto—¿Día de lavandería? —yo no agregué nada, más me dediqué a escucharla —oh, Cariño ¿sabés qué mañana trabajará Huna? No tienes qué preocuparte por eso.

—pero, no me molesta ayudar en algo de vez en cuando, además Huna siempre está sobre cargada de quehaceres. —le expliqué neutral, pero su atención estaba en el aparato, pero seguí hablando —Es justo qué ayudará en algo, —ella sólo asentía —y no ser un parásito... Y más estando nosotras solas en casa.

Nada de nada. Estoy hablándole a su sombra.

—a sí ¿Saldrás hoy? —preguntó de la nada, ignorando lo qué le dije, estaba apunto de responderle pero quedé a medias al ser interrumpida por el timbrar de su teléfono:—Si, Mei ya te mando los informes, están en mi laptop, pero te las envio ahora mismo, si, si, nos vemos. —corto la llamada, quedándose mirando la pantalla hasta que se dió cuenta de qué yo seguía ahí:—oh, Cariño, puedes salir está noche o traer a tu novio, eh... ¡Deidara! No me molesta.

⟨ ¡No es cierto! ¡Debe de estar bromeando! ⟩ pensé sarcástica, ya qué le conté lo qué pasó con él.

—Amor, me tengo qué encargar de algo, pide delivery o hazte algo, no creo qué coma. —dijo, para después darme un beso en la frente, no tenía ganas de pelear así que asentí, ella se marchó apresurada a su estudio, mientras qué yo me quedé estática ahí en medio de la sala.

—buena forma de acortar una conversación.

Dije revoleando los ojos, bufando lo evidente, para seguir con lo qué estaba haciendo antes de que ella apareciera he irme a la lavadora, la primera prenda para lavar, si, la chaqueta de cuero de ese imbécil, pero después se me ocurrió algo...