Sept

378 69 5
                                    

El cumpleaños número 10 de Changbin estaba a la vuelta de la esquina. Sus padres le habían preguntado si quería una fiesta, para celebrar con sus amigos.

Pero Changbin sabía que Felix no podría asistir.

Y se sentía muy triste por ello.

Por lo que decidió que haría dos fiestas, una con sus amigos y otra muy pequeña sólo para Felix y él. Así, a la semana siguiente, Changbin jugó y comió muchos dulces con sus amigos de la escuela el día de su cumpleaños. Al día siguiente invitó a Felix a su casa por primera vez.

—Feliz cumpleaños, Binnie. Aunque fue ayer, pero no pude venir. —Felix hizo un mohín con sus labios.

—Gracias, Lix.

Changbin estaba acostumbrado a abrazar a la persona que le decía aquello, pero respetaba tanto al menor, que le dio su espacio y simplemente jugaron a las escondidas. A Felix le gustaba el jugo de manzana, así que Changbin le pidió a su madre que comprara varias cajitas para el pelinaranja.

El niño conocía a Felix hace tan poquito tiempo y aun así sentía como si el de cabellos naranjas fuera el mejor amigo de toda su corta vida.

—Te quiero, Lix.

—Yo también a ti, Binnie

—Pero aún no puedes ni siquiera darme la mano.

—No creo que los amigos tengan que darse la mano.

—Umh

Changbin ignoró lo que había dicho el menor sólo para seguir jugando los vídeo juegos que su padre le había regalado. Le enseñó a jugar a Felix, pero el menor perdió en todas las partidas.

 Le enseñó a jugar a Felix, pero el menor perdió en todas las partidas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasitos de pingüino ›› changlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora