(◍•ᴗ•◍)❤ Advertencia va a ser una historia YAOI
Enkidu es un jovencito que es constantemente molestado y menospreciado por su entorno. Culpando a sus cabellos verdes, que odiaba y maldecía con regularidad. Esa acción lo aislarse y tener un carácter...
Quisiera aclarar que tomare un poco de la historia original, más no lo haré tal cual. Lo digo porque ya se que Enkidu no era ni mujer, ni hombre, era... un experimento del gobierno ruso (ok nop (◐ω◑ )).
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Nací como un hijo no deseado de una madre dedicada al trabajo para no verme y un padre del que, al saber que llegaría al mundo emprendió aquel escape con éxito. Era un chico delgado de largos cabellos verdes, tan finos y sedosos que, a simple vista pareciesen hermosos. En mi caso era lo contrario, los detestaba, a tal grado de cortarlos. Pero siempre volvían a crecer e incluso con más centímetros y siendo más difíciles de cortar. Termine por resignarme a dejarlos crecer hasta que su largo se detuvo por si solo. Lo único que hice fue ocultarlos con una capucha.
En toda mi vida fui infeliz debido a que, mamá me culpaba del escape de papá. Lo recordaba e incluso me humillaba constantemente cada que me veía. Por lo cual, tuve que mudarme a casa de mi abuela al cumplir los 11 años. Pero no solo terminaría en eso, si no que, en el colegio era constantemente acosado por parecer una chica por mis delgados y finos rasgos físicos.
Lo único que me ayudaba a no desmoronarme era aquel sueño que, tenía con una constante regularidad. En aquel, un hermoso rubio de ojos rojos y piel blanca me sostenía entre sus brazos, mientras yo me encontraba sujetando su mejilla. Yo lo miraba con una sonrisa sincera, evitando mostrarle aquel sentimiento de dolor, mientras decía «¿Por qué lloras?, solo soy una herramienta más de tu colección, no tengo valor alguno». Aquel chico negaba con su cabeza, mientras aguantaba las ganas de llorar, en ese momento él respondía «Tú sí tienes valor... Únicamente tú tienes este valor. Por lo presente declaro: En todo este mundo, solo uno será mi amigo y mi único amor. Por lo tanto, por toda la eternidad tu valor jamás cambiará». Después de ello, recuerdo que pedí el conocimiento mientras escuchaba aquel grito del que, parecía ser mi amante y mi amigo.
Despertaba de golpe con aquel sonido de su desgarrador llanto. Era algo difícil de explicar, pero decidí callarlo. Además no tenía a quien contárselo, todos en el mundo parecían odiarme y todo gracias a mi extraña condición; mis feos cabellos de un color verde claro que, provocaban una constante ola de murmullos y palabras que me señalaban como un "alienígena o un monstruo".
Mi amada abuela era la única que me aceptaba sin una mala expresión y me daba unas hermosas bienvenidas al hogar. También eso era lo que me animaba a regresar a salvo a mi hogar. Por ella, hice todo lo posible para salir adelante; ignorando a los idiotas que se burlaban de mí y lograr amarme tal como era. Además, tuve la confianza de contrale mi sueño una tarde de Abril. Ese día era soleado y nos sentamos a comer un pedazo de sandía. Estaba completamente nervioso del simple hecho de pensar que, me tomaría de a loco. Gracias a los dioses ella solo sonrió, acaricio mi cabeza y respondió: -¡Es tu vida pasada!, se dice que si sueñas frecuentemente con un sueño, es una de tus vidas pasadas.
