Cap2: Primer encuentro

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El viento del lugar movía sus cabellos  de una forma lenta y el sol resaltaba el color de oro de ellos

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El viento del lugar movía sus cabellos  de una forma lenta y el sol resaltaba el color de oro de ellos. Pero ni toda la jungla podía opacar aquel aroma dulce que desprendía la piel de Gil. 
Comencé a acercarme ignorando los insultos de su boca, para sujetar sus mejillas mientras admiraba con más detalle los rasgos de su cuerpo. Estuve así por un largo rato, hasta que, fui alertado por Gil:
-¿Como te atreves a tocarme sin mi permiso?, ¿Sabes lo que pasa cuando un perro callejero intenta tocarme? 

Ese comentario hizo que me enojara al instante, este mocoso acababa de llamarme "perro callejero". Estaba a punto de responderle, cuando cinco aros de luz se formaron a su alrededor. Ahí comprendí que, este escuicle iba a atacarme. Mamá ya me había advertido de su soberbia y arrogancia.

-¡Tu muerte me proporcionara un poco de entretenimiento, bastardo! -dijo-

Justo cuando enuncio eso ultimo, espadas salieron a toda velocidad hacia mí. Para mi suerte, mostré una sonrisa de burla e inmediatamente hice lo mismo, pero en vez de espadas, mis cadenas se atravesaron para impedir que sus tesoros tocaran mi piel. 

Gilgamesh me mostro una leve sorpresa en su rostro, pero de inmediato volvió a la cara de amargado que se cargaba. De un movimiento se libero de mi cadena, tocando lentamente el suelo.
-¿Quien eres?, porque para ser un simple perro callejero, pudiste ¡tocar mi ser!

-¿Sabes que?, estas comenzando a fastidiarme -respondí al cruzar los brazos-. Al instante tomé al mocoso de los pies con mis cadenas y lo lance lejos de mis dominios. 
Me decepcione bastante por aquel que, cuando estaba en problemas iluminaba mis días. Camine de regreso al interior de la selva para seguir con mi papel en la naturaleza. Al menos estaba en un lugar donde podía estar sin ninguna preocupación, ya que aquel rubio no fue lo que esperaba.
Tal vez mal interprete su "amistad" o incluso me llego a la mente, el haberme equivocado de persona. Puede y que suene raro, pero para ese punto comenzaba a extrañar aquel sueño donde estoy en sus brazos a punto de morir. Ese momento me hacía sentir en cierta forma a gusto.

-Gil...  espero por los dioses poder encontrarte pronto, no quiero estar solo en este mundo -susurre-. Me deje caer entre un montón de hojas secas que tenía por cama. Decidí hacerla justo en una zona alta y seca, más exactamente era una cueva donde podía observar mejor todo mi mundo. 

Para ser honesto, pensé que estaría en armonía con la naturaleza por un buen tiempo, pero me había equivocado. En cuanto salió el sol a la mañana siguiente, ese mocoso regreso a molestarme.
-¿Como te atreviste, maldito idiota? -dijo enojado el mocoso-. Por mi parte, solo lo mire con cara de "de nuevo tu". Decidí ignorarlo para seguir con mi camino, ya que iba a ver el nacimiento de dos oseznos.

-¿Como te atreves a ignorarme, maldito? -dijo al sujetarme del brazo derecho-. Iba a responderle, cuando en un abrir y cerrar de ojos, el mocoso me tenía en el piso.

Mis ojos se abrieron más al verlo mirarme tan fijamente a los ojos. Su mirada estaba llena de sobre confianza, pero sobre todo pude notar un poco de soledad.
-¿Por qué estas aquí? -pregunté con cierta incomodidad-. Sus manos sujetaban las mías de una de las muñecas.

Algo más que una amistad (Gilkidu) (FateGO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora