Capitulo 3

176 8 1
                                    


HEREDEROS... ».

Al oírlo ____ sintió que la habitación daba vueltas y se agarró a la silla para sujetarse. Eso quería decir niños. Más de uno.

Un niño era algo incomprensible, pero más de uno era pura locura. ____ estaba mirando a Keno, pero no se había fijado en su expresión glacial ni en el brillo decidido de sus ojos porque estaba distraída imaginando unos niños hermosos, de pelo castaño, con intervalos de edad de uno o dos años.

La voz ronca de Keno hizo que la imagen desapareciera.

—Si te hubieras quedado, habrías cumplido con tu parte del trato Talbot y ahora estaríamos jugando con nuestros bebés.

La fría expresión del rostro de Keno se suavizó momentáneamente al pronunciar «nuestros bebés», pero cambió de inmediato.

Después de vivir toda la vida con su madre, ____ reconocía la manipulación emocional, pero eso no era manipulación. Era la pura verdad. Estaba segura de que si se hubiera quedado, todo habría terminado por funcionar.

Después de todo, aunque sus fantasías de adolescente sobre Keno eran tales que ningún hombre las habría podido cumplir, ella había estado verdaderamente enamorada de él y había llegado a creer que era el único hombre que podría amar. Si no se hubiera conmocionado tanto por la muerte de su padre y lastimado al conocer el testamento, conseguir a Keno Martell con tanta facilidad habría sido la realización de todos sus sueños románticos.

Así que era cierto que habrían podido estar jugando con sus hijos esa noche. Y cuestiones como lo que pasaría en julio o el estado de su matrimonio estarían más que resueltas.

Su padre habría esperado que ella hubiera participado en salvar el Rancho Talbot y el matrimonio. Si no lo había estipulado en el testamento era porque daba por sentado que ella respetaría sus deseos y su propia integridad y no quería ofenderla dejándolo por escrito.

Sus remordimientos se hicieron aún mayores y más grande su pesar. La expresión de Keno al mencionar a los posibles bebés la había afectado.

Claro que Keno querría tener una familia. Él no la tenía desde que era adolescente. Tenía veintitantos años cuando se casó con ella, así que ahora tendría unos treinta y dos o treinta y tres. ____ se avergonzaba de no recordar su fecha de nacimiento, pero lo que realmente la afectaba era recordar que había esperado mucho para compartir su vida con alguien, y que estar casado con ella lo había privado de encontrar a otra persona mejor.

____ no podía dejar de mirar a ese hombre autosuficiente, y a veces arrogante, que era tan duro y tan hosco. Al mirarlo, nadie se podía imaginar que algo pudiera herirlo o que tuviera algún punto débil o vulnerable. Pero ella lo había detectado.

Su padre respetaba a Keno y admiraba sus logros, y Keno consideraba a su vecino como un amigo de confianza. Ninguno de los dos creía que el testamento fuera necesario. Pero John Talbot lo había hecho como precaución para salvaguardar los intereses de ____ frente a las manipulaciones de su madre hasta que consiguiera independizarse de las exigencias de Sondra y regresara al Rancho Talbot. ____ estaba segura de que habría revocado todas las condiciones en cuanto ella se hubiera liberado.

Entretanto, John probablemente esperaba recobrar él mismo la riqueza del Rancho Talbot. Pero su muerte repentina había hecho caer ese reto sobre los hombros de Keno, junto con una esposa rebelde.

Y, por supuesto, la esposa rebelde lo había abandonado todo.

____ consiguió reunir fuerzas para preguntar:

—Si sabías que el Rancho Talbot estaba en bancarrota cuando celebramos la boda, ¿por qué no te negaste a casarte conmigo? Seguro que entonces ya sabías que yo no me merecía nada y, mucho menos, que perdieras un solo minuto de tu vida —se arrepintió de sus palabras al recordar que Keno no actuaba así. Su palabra era sagrada para él. Si ella se merecía algo o no, no era la cuestión. Él había dado su palabra. No era su intención ofenderlo y trató de rectificar—. La pregunta no pretendía ofenderte.

ʟᴀ ᴍᴇᴊᴏʀ ᴇꜱᴘᴏꜱᴀ - ᴋᴇɴᴏ ᴍᴀʀᴛᴇʟʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora