Together (Alice & Jasper)

3- Encuentro Inesperado

Alice estaba dentada en el suelo mientras Jasper todavía cazaba. Dibujaba un símbolo en la tierra seca. Un símbolo que se le había aparecido en alguna de sus visiones varias veces. El símbolo se perecia a un triangulo doble con un círculo. Ese símbolo la tenía intrigada, pensaba que tenía algo que ver con su búsqueda y con la persona que le enviaba las visiones. Sin embargo lo quiso decirle nada a Jasper todavía.

¿Que dibuja preciosa? - Me dijo Jasper llegando y colocándose justo detrás de ella.

Nada. - Dijo borrando el dibujos rápidamente con las manos.

¿Que era ese símbolo? - Preguntó Jasper intrigado.

Nada, solo dibujaba sin pensar. - Dijo ella mirándolo con una de las sonrisas que hacían que él volviera a enamorarse locamente de ella.

Ultimamente te noto rara amor. ¿Ocurre algo? - Pregunto Jasper mientras acariciaba el cabello de Alice.

No, solo es que... - Dijo ella torciendo el gesto. - Algo de lo que está pasando no me cuadra, y no me da un buen presentimiento para nada.

¿Que creer que deberíamos hacer? - Pregunto él.

Volver a casa cuanto antes. - Dijo Alice. - Pero no debemos volver sin antes haber encontrado nad...

De la nada de escucho un grito que resono en los oídos de los vampiros. Esa voz no era humana. Ambos se incorporaron rápidamente y se pusieron en guardia. Se escuchaban las pisadas de seres sobrenaturales. Se acercaban a ellos. Los tenían rodeados. Volvieron a escuchar el grito desgarrador y ambos se taparon los oídos con ambas manos intentando que no retumbara. El miedo se apoderó de los dos vampiros. Las pisadas pararon y solo se quedo el silencio. Ninguno de los dos se movió, estaba atentos esperando a lo que pudiera pasar.
Entonces de entre la maleza comenzaron a surgir dos figuras, un hombre y una mujer. Ambos altos y imponentes. Alice los reconoció de inmediato. Eran los dos vampiros que había visto en sus visiones. Agarró la mano de Jasper y este se la apretó.

¿Quienes sois? - Dijo el hombre autoritariamente.

Podríamos preguntaros lo mismo. - Dijo Jasper. El hombre lo miró curioso ante su respuesta.

¿De dónde sois forasteros? - Dijo la mujer.

No creo que sea importante nuestro origen - Dijo Jasper sin confiar.

Somos del pueblo de Forks. Os estábamos buscando, necesitamos vuestra ayuda. - Dijo Alice para sorpresa de Jasper.

¿Nuestra ayuda? - Pregunto la mujer.

Si, mi sobrina es como tu. - Dijo ella señalando al hombre. - Una semi-vampiro, y quieren matarla por ello, pues no saben cómo va a evolucionar y le tienen miedo. La única solución es que sepan que existe más seres como ella y que no son peligrosos.

¿Quienes quieren matarla? - Dijo el hombre.

Los volturis. - Dijo Alice. Ambos pusieron una mirada de asombro.

Entonces no podemos ayudarte. - Dijo la mujer.

Lo que pasa es que creen que es una niña inmortal. Sólo tenéis que ir a testificar. - Dijo Jasper apoyando a Alice.

No queremos problemas con los volturis. - Dijo la mujer.

Por favor. - Dijo Alice suplicante. La mujer miró al hombre, pero este no dijo nada. Los cuatro estaban expectantes a lo que este tenía que decir.

¿Cuantos años tiene la pequeña? - Le pregunto a Alice.

Solo cuatro. Aunque su apariencia es de siete. - Dijo ella. El hombre volvió a quedarse cayado.

¿Solo sería para testificar? - Dijo el hombre.

Solo eso. - Dijo Alice.

Esta bien. Os ayudaremos. - Dijo el hombre. La mujer lo miró sorprendida. - Pero si hay alguna pelea nosotros nos retiraremos.

Esta bien. Muchas gracias, de verdad. - Dijo Alice aliviada.

Mi nombre es Nahuel, y ella es mi tía Huilen. - Dijo el hombre.

Un placer. Yo soy Alice, y el es mi esposo Jasper. - Les dijo Alice. Ambos hicieron una inclinación de cabeza que la pareja le de volvió.

¿Puedo haceros una pregunta? - Le pidió Jasper a los vampiros.

Técnicamente ya la has echo, pero si, puedes volver a preguntar. - Dijo la mujer, Huilen.

¿Ese grito tan desgarrador lo hicisteis vosotros? - Dijo Jasper.

Si, es una forma de infundir miedo a nuestras presas o enemigos. - Dijo el hombre, Nahuel.

Era realmente terrorífico - Dijo Alice. Ambos le sonrieron.

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Atenea:

Mis hermanos y yo seguimos a los reyes  volturis por las calles vacías de Chicago. Aro sabía que los Cullen estaban reuniendo testigos, así que ellos también lo harían, y de paso mataban a algunos testigos que preferían bando opuesto.
Me separe un poco del grupo sin que se dieran cuenta. Una de mis muchas especialidades era el pasar desapercibida ante ojos que apenas prestan atencion a lo que ven. No es una cualidad sobrenatural, solo algo que aprendes a manejar con el tiempo.

Me aperte del grupo y me dirigí a un lugar lo suficientemente apartado para que no me encontrarán. Me senté en el suelo y cerré los ojos. Al principio parece que no ocurre nada, solo que estoy sentada con los ojos cerrados, pero después mi subconsciente abandona mi cuerpo y se eleva en el aire. Puedo ver mi cuerpo sentado justo por debajo de mi. Me aleje de él viajando a una velocidad más rápida que la luz, hasta localizar a mis objetivos. Pare justo donde ellos estaban. Habían seguido mis pistas hasta encontrar lo que buscaban. Sonreí a causa de mi victoria. Había guiado a la pareja Cullen hasta un semi-vampiro, pues sabía que esa era la única manera de detener a los volturis.