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Los días se habían acortado desde que se acercaba su graduación, una semana más y se incorporaría como chef. Aunque aquello solo signifique que tendrá que parar sus planes y tomar el mando de la cadena de restaurantes de sus padres.

—Estoy bien—dijo para si mismo convenciéndose en lo que cabe de la palabra, mientras se levantaba de la cama y daba una rápida ojeada al pequeño calendario que tenía en la mesa de noche.—Son seis días más...—suspiró al aire.

Se vistió y bajo las escaleras hasta la cocina en busca algo para desayunar. Vivía en un moderno departamento -bastante costoso- con su compañero de piso, el cual ya se encontraba desayunando. Sorpresivamente, a su lado estaba colocado un tazón de fruta fresca con un vaso de jugo para él.

Se acercó al comedor y revolvió los cabellos de Kenma algo conmovido.

—Hey! Kashii no tuve mucho tiempo, pero la intención es lo que cuenta cierto—se escuchó desde un lado de la cocina que no había notado.

—Oh, Miya-san buenos días—sonrió observando la cabellera gris desordenada del apuesto joven. — suponía que era raro que Kenna preparará el desayuno.

—Akaashi se te hace tarde—musitó alejándose con la vista en la consola —disfruta tu desayuno—soltó devolviendo una mirada breve a Osamu y logrando que el azabache se ponga un poco nervioso.

Akaashi como acatando la orden tomó asiento y empezó a comer. No era la primera vez que su vecino entraba a su casa a prepararle algo, aunque parecía un desayuno simple tomando en cuenta los anteriores que Osamu había hecho.

—Me sorprende el desayuno de hoy Miya-san —dijo con sarcasmo, tomando un pedazo de fruta y sosteniéndolo frente a el.

—Tengo que dejar lo mejor para la noche, ¿cierto? —mencionó mordiendo la fruta que el azabache sostenía frente a su boca. Y se alejó recogiendo los platos que el semi rubio había dejado.

—Miya-san no creo que cenar con mis padres sea lo mejor de la noche—desvío la mirada.

—Kaashi—susurró en su oído y se sentó a su lado—sabes a lo que me refiero—soltó con mirada pícara—y no me llames así ya habíamos hablado de eso.

A la orden Osa..Osamu-san—se levantó riendo y dejando al mencionado en la silla con un puchero de desaprobación. —ahora vamos que será un largo día.

Subieron al auto de Osamu y se dirigían a la universidad a terminar los papeles que les faltaban para la ceremonia.

Osamu era amigo, vecino y compañero de Keiji, ambos se conocieron desde el primer semestre de la carrera, su madre tenía una empresa de construcción y su relación con Keiji logró que ambas familias se amistaran, al punto de agrandar el negocio y beneficio para ambas.

–Kaashi, crees que tus padres de verdad te hagan cargo de todo.— pregunto mientras conducía.

—Supongo que ese es el plan, aunque no quiera hacerlo, no tengo hermanos que se encarguen de ello.—dijo mirando por la ventana— A veces te envidio Miya-san—rio pasando su mano entre sus cabellos grises.

—Claro por que Tsumu es un sol en mi vida, verdad—soltó con sarcasmo.

—Si debe ser difícil que el sea el gemelo carismático—dijo aguantando la risa.

—¿eso me deja como el gemelo amargado?—preguntó curioso.

—Mmm en realidad te deja como el gemelo guapo—dijo fingiendo desdén.

Osamu estacionó el auto y antes de bajar tomo a Keiji de su camisa y acercándole a su cuerpo habló con voz ronca —eso es lo que importa verdad.

Inmarcesible - Bokuaka [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora