Camino Redefinido: El Legado De Uzumaki.

Capitulo 4 : El zorro de las nueve colas

Había pasado una semana desde que comenzó el entrenamiento de Naruto con Jiraiya.  El rubio había mejorado a pasos agigantados y no parecía estar desacelerando.  Jiraiya estaba orgulloso de su alumno, a pesar de que no se lo diría pronto, y sabía que sería el único capaz de superar al Cuarto.  Si no fuera por el miedo del chico a usar el chakra del Kyuubi, fácilmente tendría un alto nivel de chuunin.  Jiraiya había insinuado que quería que Naruto usara el chakra del zorro, pero Naruto se negaría.

Naruto había mejorado, lo que había dicho, eran sus debilidades.  El chico había captado fácilmente el taijutsu estilo sapo.  Al principio había sido difícil, ya que Naruto siempre se apresuraba a atacar, pero Jiraiya se lo había sacado a la luz.  El rubio estaba en camino de dominar el taijutsu pero, de nuevo, habría estado mucho mejor mezclado con el chakra del Kyuubi.  Fue una pena que Naruto ignorara algo que le daría una gran ventaja sobre cualquier otro ninja.

El rubio ya había dominado los dos ejercicios de control del chakra del viento.  Naruto ya había intentado usar el jutsu que Kakashi le había dado, pero tenía algunas dificultades para realizarlo.  A veces, el jutsu no tendría suficiente poder detrás de ellos, mientras que otras veces Naruto pondría demasiado chakra detrás del jutsu, haciendo que el ataque fuera demasiado difícil de controlar.  El chico estaba progresando, pero necesitaría ayuda con su jutsu de viento.

Naruto también había mejorado su sellado.  Había sido difícil hacer que el chico prestara atención cuando comenzaron, pero cuando aprendió lo básico, comenzó a absorber todo como una esponja.  El rubio ahora podía usar sus propios sellos para cosas básicas como empacar cosas en pergaminos, hacer bombas de papel y hacer sellos de restricción.  A Naruto le tomaría un tiempo aprender a sellar avanzado y Jiraiya tenía la sensación de que esto sería difícil de aprender para Naruto.

Lo único con lo que el chico todavía luchaba era convocar.  Había continuado convocando sapos débiles e incluso había convocado a un renacuajo una vez.  Jiraiya sabía que para que su alumno dominara la invocación, necesitaría que el chico usara el chakra del zorro.  Sería difícil lograr que Naruto lo usara ya que no planeaba usar ese chakra en el corto plazo.  El sannin tendría que engañar a Naruto para que lo usara, pero sabía que Minato no lo aprobaría si seguía viviendo.

Jiraiya suspiró mientras pensaba en lo que el chico aún necesitaba aprender.  Llevaría tiempo entrenar al niño y, por lo que escuchó, el Akutski había comenzado a moverse.  No habían capturado a ningún jinchuuriki pero habían comenzado a prepararse para hacerlo.  Jiraiya necesitaría entrenar al chico para hacerlo lo suficientemente fuerte como para protegerse.  Esto requeriría toda su atención, pero no podía permanecer en el mismo lugar por mucho tiempo, esto significaba que tenía que llevar al niño a un largo viaje de entrenamiento.  Se escuchó el sonido de una risita y Jiraiya sonrió.  Dejaría sus pensamientos a un lado por ahora.  Ahora mismo había material de investigación potencial esperándolo.

Naruto caminó por la ciudad con una sonrisa.  Jiraiya lo había obsequiado con ramen ya que su entrenamiento iba muy bien.  El sannin le había preguntado si le gustaba alguna chica y, aunque escéptico al principio, Naruto admitió estar enamorado de Sakura.  Luego, Jiraiya le había pedido que la encontrara y le diera un abrazo o un beso y que se reunirían para entrenar al día siguiente.  Naruto había sido apuñalado, pero accedió a darle un abrazo cuando Jiraiya dijo que era parte de su entrenamiento.  Así que Naruto estaba buscando a su compañero de equipo con su habitual sonrisa falsa.

Vio a la chica de cabello rosado en la distancia y tragó saliva.  Sabía lo que pasaría si se lo preguntaba directamente, de modo que la dejó pillándola por sorpresa.  La chica probablemente lo golpearía cuando la abrazara.  Naruto pensó que tal vez Jiraiya le había pedido que hiciera esto para probar su resistencia.  El rubio se acercó a su compañero de equipo y lo saludó.