Camino Redefinido: El Legado De Uzumaki.

Cap 24 Encuentros en la arena.

Arco de arena ondulante

Naruto saltó a través de los árboles con el ceño fruncido.  Su equipo, formado por Shikamaru y Sasuke, estaba delante de él moviéndose a un ritmo constante.  Habían pasado algunas horas desde que habían dejado la aldea de Leaf y las cosas habían transcurrido sin incidentes.  No había ninjas perdidos en busca de peleas, ni organizaciones malvadas en busca de destrucción, ni bandidos en busca de dinero rápido, pero, de nuevo, solo habían pasado unas pocas horas.

El ceño de Naruto se profundizó, sabiendo que su suerte las cosas irían de lo normal a lo malo en solo unos segundos y luego a peor en un instante.  Se preguntó si todos los ninja pasaban por esto cuando estaban en una misión, pero supuso que no debería ser demasiado sorprendente en el mundo en el que vivían. Jiraiya tenía razón, siempre habría conflictos en el mundo sin importar lo que hicieran.

Un suspiro escapó de los labios de Chunin mientras seguía a sus compañeros de equipo.  Una parte de él se alegraba de estar en una misión, ya que había pasado casi una semana desde que vio alguna acción, pero la otra parte deseaba unos días más de descanso.  Las misiones eran increíblemente agotadoras tanto mental como físicamente y se necesitaría más de una semana después de la misión por la que había pasado.

Por lo que parece, la próxima misión no sería mejor que la anterior.  Solo había comenzado y las cosas ya se veían mal.  Por un lado, ninguno de ellos estaba familiarizado con la aldea de Sand o sus alrededores, lo que significa que tendrían que confiar en un antiguo ninja enemigo para que los guiara a través de ella de manera segura.  En segundo lugar, Sasuke estaba actuando mucho más emo-ish de lo habitual, sin escatimar ni una palabra.  Y finalmente, había dejado su pobre billetera, Gamma, completamente sola y al aire libre.  Estaba seguro de que Jiraiya lo encontraría y lo agotaría de efectivo, a veces su maestro era demasiado insoportable.  Naruto suspiró una vez más, haciendo que Shikamaru lo mirara.

"¿Dejarás de suspirar ya?"  espetó con un suspiro irritado, "Estás empezando a sonar como yo".

Naruto se rió entre dientes.  "No querríamos eso, ¿verdad?"  bromeó con una sonrisa tranquila.  Shikamaru se volvió hacia el camino que estaban tomando, notando que Sasuke se les había adelantado, "¿Ya casi llegamos?"

"Ni siquiera cerca", respondió Shikamaru con un suspiro mientras sacaba un pergamino de uno de los bolsillos de su chaleco Chunin.  Lo abrió para revelar un mapa de Fire Country y sus fronteras, "Según el mapa, es un viaje de un día desde Konoha a la arena. Teniendo en cuenta la velocidad a la que viajamos y la distancia que queda, deberíamos estar allí un poco más allá.  doce de la noche."

"Bien," dijo Naruto con una sonrisa, "¿Deberíamos viajar todo el camino hasta allí?"

Shikamaru mantuvo su mirada en el camino frente a él, su mapa en el bolsillo de su chaleco una vez más.  "No lo creas", respondió con una mirada pensativa en su rostro, "Recuerda que a pesar de que tomamos esta misión, no podemos ser demasiado vulnerables en Sand ya que ellos eran nuestros enemigos hace unos meses.  pero no quiero ser demasiado débil con los antiguos enemigos ".

Naruto asintió, recordando su pelea con Gaara.  Si iba a luchar contra los jinchuuriki de arena de nuevo, necesitaría toda su fuerza.  Todavía no estaba seguro de si sus palabras habían cambiado al ninja de la arena, pero ser demasiado cuidadoso con él no sería una mala idea.

Un ninja encapuchado estaba parado en las dunas alrededor de la aldea de Sand, los brazos del ninja estaban cruzados mientras miraba la aldea lejana.  Sus atributos físicos delataban su género, los anchos hombros debajo de su capucha marrón y su gran altura revelaban que era un hombre.

El aire apestaba a sangre cuando el hombre giró sobre sus talones, alejándose del pueblo.  Los cadáveres de ninja de arena estaban esparcidos a su alrededor mientras seguía caminando como si nada estuviera mal.  Pisó los cadáveres sin dudarlo, pisó las entrañas abiertas de un cadáver, provocando que un torrente de sangre saliera disparado del estómago del cadáver.