Camino Redefinido: El Legado De Uzumaki.

Capitulo 37: Pelea en la azotea

Arco de recuperación de Sasuke

El sol se estaba poniendo cuando Naruto se dirigió a casa de Ichiraku.  Era un poco lento en su paso, después de haber entrenado todo el día, con una expresión de cansancio en su rostro.  El entrenamiento de hoy había sido un poco más que exigente.  Sus clones, como de costumbre, habían pasado el día entrenando en taijutsu, con algunos leyendo el libro sobre sellar, mientras él y Anko peleaban.  Solo que esta vez lo hizo pasar por varios ejercicios que aumentarían su velocidad.

—¡Puede que seas un Chunin, pero he visto a viejas brujas moverse más rápido que tú!

Esas habían sido las palabras de Anko antes de que ella le hiciera ejecutar los ejercicios.  El primero había sido sencillo, solo tenía que entrar al río y caminar contra la corriente.  Fue el segundo ejercicio en el que las cosas se complicaron más.  Iba a hacer lo mismo, solo que esta vez necesitaba esquivar las piedras que le arrojara Anko.  Pero nada pudo prepararlo para el ejercicio final del día.

Anko había convocado a una serpiente bastante grande.  Naruto todavía recordaba la sonrisa sádica que lucía Anko mientras explicaba el ejercicio.

¡Evita que la serpiente te coma durante un total de diez minutos!

Naruto se estremeció, horribles recuerdos relacionados con las serpientes inundaron su mente.  Apenas había escapado de la maldita serpiente, pero solo se había debido al uso de una variedad de jutsu.  Esas serpientes eran duras y no se hundirían con nada, pero al menos se las había arreglado para sobrevivir al 'entrenamiento' de hoy.

Suspiró, los hombros se hundieron ligeramente, estaba cansado.  Esto no sería malo si fuera un entrenamiento regular, pero con Anko, estar cansado podría costarle la vida.  La loca kunoichi estaba destinada a matarlo algún día, estaba seguro.  De hecho, estaba tan seguro de que ella estaba en su lista de 'personas a las que tener cuidado', el primer lugar lo ocupaba con orgullo Inoichi.

"¡Naruto! ¡Por aquí!"  escuchó a Ino llamar desde la distancia, agitando su mano con una sonrisa en su rostro.

Naruto sonrió, había estado esperando esto.  Ese mismo día, se había encontrado con Ino mientras se dirigía a los campos de entrenamiento.  Le había pedido que fuera al ramen Ichiraku con él después de que terminara su entrenamiento.  Ella aceptó con mucho gusto y prometió encontrarse con él.

"Hola Ino," saludó Naruto con un abrazo.  "Lo siento si te hice esperar mucho", se rió nerviosamente, rascándose la nuca.

Ino negó con la cabeza, "Está bien".  Tomó la mano de su novio y lo arrastró por las calles.  Lanzándole una mirada, notó su expresión desgastada y no pudo evitar preguntar: "¿Cómo estuvo tu entrenamiento hoy? Te ves bastante cansado".

Una imagen de una serpiente gigante pasó por la mente de Naruto, su cuerpo temblaba de miedo.  "E-estuvo bien," soltó con una risa tranquila.

Los dos continuaron caminando en un confortable silencio, simplemente disfrutando de la compañía del otro.  Había pasado un tiempo desde que simplemente habían estado caminando por la ciudad.  Fue reconfortante.  Ino apoyó la cabeza en el hombro de Naruto, dejando escapar un suspiro de cansancio.

"Mi entrenamiento fue agotador", susurró mientras cerraba los ojos, "El Maestro Tsunade me hizo trabajar en mis reservas de chakra de nuevo. No me queda casi nada de chakra".

Naruto sonrió.  "¡No te preocupes, Ino!"  su tono juguetón.  "¡Después de todo, estás a punto de comer ramen y no hay nada como eso para recuperar fuerzas!"  declaró, con los ojos encendidos mientras miraba el puesto a solo unos pasos más de distancia.