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❛ regards❜
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AL DÍA SIGUIENTE A ALENA SE LE NOTIFICÓ que iba a acompañar a Tony al Nexus, así que decidió darse una relajante y larga ducha con agua caliente. Cuando salió del baño se sorprendió al ver un maletín en la cama matrimonial que compartía con Laura.
Habi una nota.
« Hazme un favor y no le digas a los demás. No les traje nada.
- T. S»
Presionó el botón que estaba visible y el maletín se abrió automáticamente dejando ver un traje morado especializado. La boca de Alena se abrió de hasta el piso, era simplemente asombroso aunque le provocó un poco de incertidumbre al pensar que le había hecho un traje con la esperanza de que después de todo esto ella se uniera al equipo y no los dejara.
— ¿Es cierto que también haces magia? — Alena brincó. En la puerta Cooper estaba recostado a ella con una postura tímida. Alena le sonrió dulcemente y lo invitó a pasar.
— Aún no la controlo pero sí, yo diría que si. — le sonrió con dulzura.
— ¿Podrás mostrarme? — pidió Cooper. Alena sonrió un poco decaída.
— El caso es que mis amigos y yo nos tendremos que ir pronto. Tenemos que ir a detener a un tipo malo. — le explica Alena con cautela. La mirada del chico decae pero luego en un apto inesperado corre a aferrarse a la cintura de la adolescente.
Aún aturdida Alena le devuelve el torpe abrazo.
— Papá volverá ¿verdad? — La voz de Cooper tiembla y el corazón de Alena se estruja.
Alena se separa y sujeta a Cooper por los hombros.
— ¡Por supuesto que volverá! Pronto lo verás comiendo frituras en el sofá mientras ves con él un partido de baseball. — le promete Alena.
