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❛❛Worthy.❜❜
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ALENA SE ACERCA UN POCO TÍMIDA A LA MESA DONDE NATASHA tomaba un Martini mientras mira a su alrededor un poco tranquila.
Llama su atención al sentarse a la silla que esta a la par. Natasha la mira con curiosidad.
— Escuché que tuviste un colapso, ¿como te sientes? — preguntó un poco incómoda la pelirroja.
— Eh, si, ya me siento mejor. El doctor Banner me recetó unas pastillas, según él es el estrés. — se encogió de hombros Alena.
— Que bueno. — se limitó a responder Natasha. Se produjo un silencio incómodo.
Alena se aclaró la garganta.
— De hecho quería entregarte algo. — Alena puso en la mano de la espía una cadena de oro. Natasha la miró confundida y a la vez atónita. — Sólo quería devolverle eso, ya no la necesito.
Alena se levantó de su lugar sin decir nada más y se retiró del lugar dejando a una pelirroja con palabras en la boca.
Se sentó en el sofá que estaba vacío ya que todos se encontraban bailando o incluso en el bar. Puso sus manos en su rostro y no las retiró hasta que sintió como se sentaban a la par de ella. Levantó la vista sólo para ver a Barton con una cerveza en sus manos. Alzó una ceja.
— ¿Que fue eso? — preguntó curioso. Alena sabía que hablaba de la pequeña escena que tuvo con Natasha.
— Sólo hice lo que debería de haber hecho desde que llegué. — dijo Alena. Clint frunció el ceño.
— ¿Y que es?
— Hacerle saber a mi madre que no la necesito. — Alena sabía que por dentro todo lo que dijo era mentira. Ella amaba a su madre a pesar de que su madre a ella no. Quería tener un lindo vínculo con ella, pero también sabía que no la podía obligar a nada y que sólo le queda seguir adelante.
