Dame la eternidad

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Notas: No pregunten, yo tampoco entiendo como es que surgió esto, el plan era dejarlo en el final de 'conexión divina' pero no pude evitar hacer esto en lugar de las cosas que debería escribir.

Si, esto es una continuación.

Advertencias: Menciones a la muerte, muy leve Smut.

Yin Yu había sido un chico normal, con una vida que podrías describir como casi monótona

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Yin Yu había sido un chico normal, con una vida que podrías describir como casi monótona. Con una apariencia simple, metas simples y sin sueños demasiado descabellados o surrealistas.

Vivía con su abuela y no tenía más de qué  preocuparse  además de tener buenas notas y más tarde conseguir  un buen trabajo para ayudar con los gastos del hogar. 

Él  era así  hasta que conoció a Quan Yizhen.  Un extraño desconocido que lo salvó cuando estaba  ebrio en una fiesta, y más tarde sería el mismo chico raro con el que se encontraría  en un templo apartado. Conocerlo fue el punto de partida para que su corazón se cautivara y acomplejara su existencia. No solo por sus sentimientos  hacia él, en realidad, amar a Quan Yizhen era desgarradoramente fácil, como respirar. 

No, lo complicado es que Yizhen no era quien decía ser, sino un dios encarnado  en la tierra quien aparentemente  estuvo buscándolo desde el principio, desde su vida anterior. Y entonces  Yin Yu comenzó  a sentirse incómodo en su propia piel.

Habían pasado muchas cosas desde que Yin Yu recuperó los recuerdos de su vida pasada. Primero que nada, tuvo que tomarse su tiempo para calmar el llanto de Quan Yizhen, acariciando su espalda y su cabello, como si estuviera grabado en su memoria muscular. 

—Está bien, Yizhen, está  bien… —repite una y otra vez, hasta que su llanto se tornó  en un suave y constante temblor. 

Quan Yizhen aún era un dios, un ser divino con gran poder espiritual y gran renombre desde hace cientos de años. Pero en brazos de Yin Yu, en este cuerpo de carne mortal, no era más que ese pequeño niño de rizos salvajes que acogió bajo su ala en aquella vieja y olvidada secta.

—Shixiong, lo siento, fui muy tonto, yo no sabía que más hacer, no sabía como… 

—Yizhen —, interrumpe aquel vómito verbal sobre su hombro, simplemente hundiéndolo aún más sobre su cálido abrazo, siente cómo  el cuerpo ajeno se tensa y se relaja en un instante  — está  bien, fue mi decisión, no podías hacer nada. 

—Pero…

—Yizhen —llama firmemente una tercera vez, esta vez alejándose lo suficiente para sostener ese rostro lloroso entre manos, las mejillas ajenas se sienten suaves y calientes por el llanto, mirándolo con aquella adoración de siempre. Yin Yu se pregunta cómo  es que nunca antes pudo percibirla, siendo tan clara ahora —. Estamos bien ahora, ¿no es eso lo importante? 

Quan Yizhen aprieta los labios, forzando a cesar sus sollozos y asintiendo con suavidad. En ese momento, Yin Yu besó  su mejilla y dejó  que Quan Yizhen  lo acompañara a casa de su abuela para que pueda descansar. 

Una Vez Más, Te Encontré 〘  QuanYin 〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora