Penelope Audi piensa qué lo tiene todo a sus 22 años. Cómo vivir a unos cuantos minutos de su mejor amiga, tener un novio apuesto con cuál llevaba 4 años de relación, tener una familia con fortuna, ser recién graduada de la universidad de NYU y mile...
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Despues de cenar la pasta más deliciosa del mundo a unos metros de la costa de Monaco, decidimos caminar hacía el bar o "club" tan recomendado qué encontramos en Google. Parecía un bar estilo del show de Gossip Girl qué tanto ame de adolescente. Se encontraba gente un poco más grande de nuestra edad, adultos jovenes digámoslo así, entre 26 a 28 años. Y una qué otra pareja en sus treintas. El lugar tenía una atmósfera oscura, con faroles y focos iluminando el lugar, al igual que luces neones en tonos morados. Meg y yo decidimos colocarnos en las mesas cerca de la barra donde el mesero decidió tomar nuestra orden.
—Merci— agradecimos Meg y yo en unísono cuando el mesero dejo nuestras bebidas
—Lindo lugar ¿no?— pregunta Meg tomando un sorbo de su margarita
—Sí, muy nice la verdad— contesté —Y me gusta qué no es de esos clubs como en Nueva York donde estás encima de la otra persona—
—O con chicos de prepa que compran identificaciónes falsas— dice Meg y las dos reímos
—¿Recuerdas cuando compramos nuestras identificaciones falsas para poder entrar a bares cuando teníamos 19?— pregunto tomando de mí mojito
—Creó qué aún la tengo en mí cartera, déjame ver— dice Megan dándose la vuelta al respaldo de su silla para tomar algo de su bolso —Pen—
—¿Mhmm?— contesto mientras tomaba
—¿Viste a los chicos detrás?— pregunta Meg
—Uh...— levanto mí mirada hacia el bar y veo un grupo de cuatro chicos cercanos de nuestra edad —¿Los cuatro de allá?—
—Sí— responde Meg —Te juro qué te estaba viendo el chico de la bomber negra—
—Ay no Meg— digo entre risas rodando mis ojos
—Déjame sentarme a tu lado, así podré ver por ti— dice Meg rápidamente moviéndose a mí costado junto con su bolso —Pero ve, aquí esta mí cartera—
Tome un trago de mí mojito y comenze a ver por su cartera, encontrándome su identificación real y la falsa qué teníamos de cuando estábamos en la universidad.
—¡No es posible! Sí la tienes aún— exclamé en risas
—Penelope...el chico te esta viendo de nuevo, no mueve su mirada—
—¿Qué?— pregunto alzando la mirada y veo que el chico de cabello castaño me da una pequeña sonrisa y se da la vuelta de nuevo
—Penelope Audi, tienes qué ir a conversar con el porfavor— suplica Meg
—¿Cómo haré eso sin verme estupida?—
—Ve a pedir un trago— dice Meg
—Todavia tengo la mitad llena— contesto mientras movía mí vaso
