✰Capitulo 19

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La semana después de la GP de Imola paso en un abrir y cerrar de ojos

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La semana después de la GP de Imola paso en un abrir y cerrar de ojos. La celebración de las dos victorias nos había regalado un día extra para descansar. El Martes fue el primer día de vuelta para todos a las oficinas en Maranello. Esta semana estabamos enfocados en la proxima GP qué sería en casa de Carlos, España. La mayoría de la mercadotecnia planeada, revolvía sobre Sainz por supuesto, lo cuál hizo qué extrañara un poco a Leclerc.

Esta semana, también era la semana libre de los pilotos la cuál usaban para regresar a casa y pasar tiempo con su familia, amigos o parejas. Por la mayor parte, me mantenía en contacto con Charles por medio de Instagram. Dando "me gusta" a posts, reaccionando a nuestras historías y algunos días, intercambiamos mensajes. Era extraño levantar la mirada y no ver ningún rastro de el monegasco caminando por el edificio en su famoso traje rojo.

Esta semana, de coincidencia, se unió un nuevo integrante al programa de internship. Su nombre es Santori, un chico Español de 23 años, su abuelo fue uno de los empresarios en mostrar interés en el equipo de Ferrari en los años 40's. San, como lo llamabamos, era un chico dulce e inteligente qué trabajaba en el departamento de ingeniería junto a mí padre. Así fue como conocimos King y yo al chico alto de pelo castaño rizado, integrandolo al grupo en nuestra hora de lunch en la cafetería. Cada día qué pasaba en la oficina me sentía más cómoda e incluida en la Scuderia, pero nada era definitivo hasta el final del verano, así qué no podía bajar mí guardia.

Lo qué nunca me percaté fueron de los problemas después de la GP, uno de esos eran las miradas y la envidia qué radiaba de las chicas en la oficina. Número dos, era despertar todas las mañanas descubriendo qué mí Instagram crecía más y más desde las fotos de los paparazzis y la fiesta de Ricciardo. Pero mirando el lado bueno, tenía a King para proteger mis espaldas y brindarme apoyo en todo momento.

Hoy era Viernes y la semana laboral había concluido a las 12:00 PM en punto, ya qué los ingenieros tenían qué correr algunas pruebas con los autos por el resto del día. King y yo aprovechamos la tarde libre optando por un día de manicuras y pedicuras. Concluimos nuestra cita de amigos con unas simples compras y cena en uno de los cafes locales de Maranello. Había avisado a mí madre de que posiblemente me perdería la cena, pero qué trataría de llegar al postre, lo cuál tenía a King accelerando por las calles para entregarme a casa lo antes posible.

—Señorita Audi, esta es su parada— dice King frenando su auto bruscamente, haciendo qué mí cuerpo se separará del respaldo

—¿Sabes? Me alegra qué trabajas para las oficinas de Ferrari y no cómo piloto, porqué apestas conduciendo— digo en tono sarcástico lo cuál hace qué King me aviente una mirada matona

—Cuida tus palabras Audi— dice King

—Gracias por hoy, era necesario— digo despidiéndome con un beso en la mejilla

Unexpected LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora