Penelope Audi piensa qué lo tiene todo a sus 22 años. Cómo vivir a unos cuantos minutos de su mejor amiga, tener un novio apuesto con cuál llevaba 4 años de relación, tener una familia con fortuna, ser recién graduada de la universidad de NYU y mile...
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Me encontraba en la mesa de la cocina terminando mí café caliente de la mañana. Eran las 6:00 AM y ya estaba completamente lista para el día. Mí padre y yo viajaríamos a Imola cual sólo quedaba a 1 hora de las afueras de Maranello. Para mí buena suerte, esta Grand Prix se localizaba en Italia, así qué no tenía qué preocuparme por viajar fuera del país en las próximas dos semanas. Escuché a mí padre bajar los escalones, teníamos qué estar en el circuito a las 7:30 AM, aunque las prácticas no comenzaban hasta las 9:00 AM.
—¿Lista hija?— pregunta mí padre
—Sí papá ¿Quieres qué te sirva un café para el camino?— pregunto tomando la cafetera de cristal
—Porfavor hija, me espera una larga mañana—
—Bien— tome un vaso de cartón desechable para el café y lo preparé con un poco de crema sabor vainilla, la favorita de mí padre
—Gracias hija— respondió tomando el vaso de mí mano —Salgamos de aquí antes de qué lleguemos tarde y Binotto despida a los dos Audi—
Tome mí bolso de trabajo que contenía mí laptop y cuadernos con apuntes dentro. Salimos de la casa y subimos en el BMW de mí padre. El transcurso hacía Imola fue muy rápido, aun no había tráfico lo cual nos ahorró mucho tiempo. Al llegar al circuito, estacionamos el auto y caminamos hacía la entrada en la cuál tuvimos qué escanear nuestras identificaciones ofíciales para poder acceder. De inmediato había demaciado movimiento, staff de todos los equipos, claro podía reconocer a nuestro equipo por los outfits rojos de pies a cabeza.
—Esté será el trailer dónde esta tu equipo de marketing, yo iré al pit, pero apuesto qué te veré por el área seguido— dice mí padre señalando hacía el paddock
—Bien, suerte con las pruebas— respondo y le doy un beso en su mejilla y el simplemente se va a su misión como ingeniero, volteo a ver a mis alrededores cuando escucho mí nombre
—¡Penelope!— exclama King —Niña te vengo persiguiendo desde el parking—
—Hola— respondo acercandome y el cálidamente me saluda como todos los europeos —Disculpa King, estaba un poco entretenida por los alrededores—
—Es tú primera práctica, no te culpo— dice amablemente —Toma, nos traje unos croissants de chocolate de mí favorito café de Imola—
—Que lindo, gracias— digo tomando la bolsa de papel blanca
—Ven, vamos a entrar a los trailers, aun es temprano pero nos podremos preparar antes de qué todos lleguen— dice King enseñandome el camino hacía uno de ellos para entrar, los trailers estaban decorados con un mini jardín al frente con mesas de picnic, por supuesto el color rojo resaltaba en el y había una imagen gigantesca de Charles con el numero 16 en el costado
¿Como puede ser este hombre tan lindo? Su imagen es de dos metros de grande al costado del trailer y no veo alguna imperfección en su rostro. Trato de no mirar tanto la imagen de Charles para qué King no lo note y continúo caminando detras de el.
