Penelope Audi piensa qué lo tiene todo a sus 22 años. Cómo vivir a unos cuantos minutos de su mejor amiga, tener un novio apuesto con cuál llevaba 4 años de relación, tener una familia con fortuna, ser recién graduada de la universidad de NYU y mile...
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Caminaba atravez del paddock a paso veloz, evitando derramar mí capuchino. Mí mañana había comenzado bastante temprano, me encontré en un vuelo hacía Barcelona a las 6:00 AM qué aproximadamente tomó 2 horas. La primera rueda de prensa comenzaba a las 10:30 AM cuál incluía a Carlos y Max, siguiendo por la rueda de prensa de Charles y Pierre. Estas parejas de chicos harían las entrevistas 100 veces más divertidas.
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Entre a nuestro trailer en busca de mis dos pilotos para informarles de sus itinerarios involucrados con nuestro departamento. Con un iPad, cuadernos en un brazo y un vaso de cartón en mí mano, subí las escaleras lo más rápido posible a las habitaciones de Charles y Carlos.
—¿Hola?— digo al llegar a la planta alta, dónde unos sofás de piel rojo se encontraban frente a una televisión, detrás de ellos había una mesita de fútbolito y una barra con todo tipo de snacks
—¡Aquí estoy!— exclama el español quién se encontraba dentro de un cuarto con cientas de fotos sobre la mesa, autografiándolos uno por uno
—Buenos días Sainz— respondo asomando mí cabeza por la puerta —Sólo estoy aquí para informarte de tú horario de prensa y entregarte el itinerario del día—
—Qué linda, gracias— dice Carlos tomando el papel de mí mano, conjugado con un cálido beso en mí mejilla —¿Y Madeleine? Pensé qué ella era la encargada de esto—
—Pues estás mirando a el mismo remplazo de Madeleine hasta nuevo aviso— respondo elevando mí brazo al aire con una sonrisa
—¡Yes! ¡Bien hecho Audi!— exclama el español haciéndome ver la felicidad en sus ojos detrás de esas pestañas tan largas y oscuras —¡Eres una cabrona mujer!—
—Gracias, gracias— respondo entré risas haciendo una reverencia ante Carlos —Bien, entonces, te veo fuera del trailer en 15—
—Sí señora jefa— responde Carlos autografiándo la fotografía de el y Charles en la cuál portaban sus monos rojos, me preguntaba sí Charles ya lo había hecho o el muy perezoso aún no había cumplido con su tarea esta mañana
