Capítulo 4: La curiosidad mató al gato

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- Vaya, vaya... Pero si es el perro InuYasha -

Exclamó con sarcástica sorpresa la Youkai del viento.Miraban con cierto aburrimiento al Hanyou puesto a la defensiva y al demonio que se había posicionado a su lado. ¿Quién sería aquel tipo? Se preguntaban, pero ya les era suficiente advertencia el poder demoníaco que emanaba para saber que no sería la idea más inteligente meterse con él.

- No es necesario mostrar los dientes -

¿Una burla porque InuYasha era mitad PERRO? Por supuesto. Era divertido y lo haría mil veces más si podía.

- Solo necesitamos algunas respuestas, a cambio les diremos lo que sabemos. Y estamos seguros que va a interesarles -

Aseguraba Kagura con gran seguridad.El pequeño grupo, aunque con cierta desconfianza, se relajó entonces. De todas formas el no pelear era, en ese momento, la opción más inteligente para ambos bandos.InuYasha aún sangraba de su herida, y las extensiones de Naraku no arriesgarían su vida (otra vez) contra aquel desconocido demonio de gran poder demoníaco.

- ¿Y bien? Hablen -

Sentenció Miroku con firmeza y visible desconfianza hacia lo que dijeran.El trío se miraron entre ellos. Fue Hakudoshi quien de repente habló.

- Magatsuhi volvió -

A excepción de los aún perdidos Inu No Taisho e Izayoi, el grupo se impactó ante aquellas palabras. ¿Sería cierto? ¿Podrían confiar en las palabras de quienes alguna vez los quisieron asesinar? ¿Aquellos que procedían de un ser tan poderoso y lleno de maldad que les había llevado 1 año derrotar?

- ¡Mienten! -

Gritó InuYasha siendo rápidamente interrumpido por Kagura.

- Cree lo que quieras InuYasha... Pero no es del todo descabellado ¿No crees?. Una fuente de pura maldad que sólo quiere acabar con todo a su paso, aunque aún no sabemos la razón por la que nos trajera de vuelta... -

- Escuchamos algunos rumores de un demonio oculto de gran poder demoníaco, capaz de traer a los muertos de vuelta a la vida de nombre Magatsuhi -

Continuó con la explicación Hakudoshi.Kanna se acercó al grupo lo suficiente para poder mostrarles en su espejo las visiones de distintos lugares de Japón donde podían observarse a distintos, principalmente, demonios que habían muerto en aquel año caotico donde Naraku era una amenaza para Japón. Entre ellos podían distinguirse los siete guerreros los cuales parecían muy confundidos. También otros como Byakuya o las primeras extensiones del mencionado Hanyou.

- Pensé que iban a destruir la perla de Shikon -

Les acuso la youkai mientras su silenciosa hermana volvía a su lado luego de haberles mostrado esas revelaciones.

- ¡Eso hicimos! ¡Kagome la destruyó! -

Gritó en defensa InuYasha.

- Vaya trabajo hicieron entonces, los felicito. -

Sarcasmo, por supuesto. Pero la mujer se preguntaba si ese perro tenía dos dedos de frente para entenderlo como era debido o era tan estúpido que no captaría el sarcasmo.

- Siempre supe que esa sacerdotisa no era muy fuerte o inteligente -

- ¡Tu...-! -

Era claro que estaba haciendo rabiar a InuYasha por mera diversión, o tal vez fuera simple maldad que era mujer poseía. Fuera como fuera, Miroku y Sango debieron detener a su amigo de que la matara.
Kagura y Hakudoshi intercambiaban miradas divertidas y burlonas. Sonreían riéndose de ver al hanyou perro enojarse.

Esto No Ha TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora