Topsy Turvy

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Finalmente, el rubio llego ante el gran edificio que era el palacio de justicia, en aquel lugar se daba sentencia y castigo a aquellos que violaban la ley, pero mas últimamente el juez Touya había estado usándolo para torturar gitanos. 

Cuando Bakugo se adentro a la zona de castigo, pudo escuchar los azotes de un látigo, y frente al castigador se encontraba el mismísimo juez Touya vigilando que se aplicara bien la justicia. 

-ALTO¡¡- grito al verdugo. 

-señor?- 

-mas lento, espere antes de cada azote pues la punzada anterior atenuara la siguiente- recomendaba con lujo de detalle. 

-si señor- siseó el verdugo con saña antes de retirarse a seguir su labor.

Bakugo se hizo presente en aquel lúgubre lugar mientras oía los quejidos y lamentos de la pobre victima. 

-AH pero si es el intrépido capitán Bakugo que vuelve de las guerras- Touya se alegro de tener a un personaje que sin duda alguna había vivido los máximos castigos y que podría ejecutarlos. 

-listo para entrar en funciones señor- agrego el rubio mostrando respeto a aquel hombre, aun que no lo admitiría, le daba mala espina esos penetrantes ojos azules. 

El pelinegro lo rodeaba analizando su nueva adquisición, un capitán dispuesto a seguir sus ordenes. 

-su fama en el servicio lo precede Bakugo, pero, espero solo lo mejor de un héroe de batalla de su alto calibre- 

-y lo tendrá señor se lo garantizo- 

Touya expreso su aprobación con esa característica sonrisa deseosa de ver a aquel joven en acción. 

-si, le diré mi ultimo capitán de la guardia fue, un poco decepcionante para mi- 

Y mientras decía esto de nuevo se dejo oír un latigazo acompañado de un grito de dolor. 

Bakugo asumió que dicho antiguo capitán, estaba siendo castigado por su ineptitud. 

-Bien no importa- siguió Touya caminando fuera de ese lugar. - seguro que, meterá en cintura a mis hombres- 

-oh, gracias, es un gran...tremendo honor señor- 

Ambos se dirigieron a la salida del palacio, Touya miraba al rubio que no desaparecía esa mueca de seriedad en su rostro. 

-Ha venido a parís en su momento mas oscuro capitán, se requiere una mano firme para salvar a los débiles de ser tan fácilmente engañados- 

-¿engañados?- 

Touya señalo a un grupo de gitanos que bailaban en la plaza con su alegre música. Entre ellos, alcanzo a divisar al joven de cabellera verde bailando y alrededor de el unos cuantos niños con quien el joven bailarín alegre jugaba. 

-vea capitán, gitanos, los gitanos viven fuera del orden normal- 

Bakugo observaba todo a su alrededor. Pero no estaba comprendiendo del todo. 

-sus practicas paganas despiertan los bajos instintos de la gente, y eso debe acabar- sentencio con furia aquel pelinegro. 

Bakugo finalmente entendía por donde iba el asunto, molesto encaro al juez. 

-¿ y me llamaron de las guerras para capturar quiromantes y adivinas?-  sus rojos ojos centelleaban de enojo. 

-la verdadera guerra capitán, ante sus ojos esta- hablo de nuevo Touya sin prestarle del todo atención a la rabieta de Bakugo.

El campanero de Notre Dame (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora