El campanero de Notre Dame (Terminada)

El gitano de ojos esmeraldas

Mientras tanto, en la entrada de Notredame, un rubio con un caballo blanco se adentraba tratando de encontrar el palacio de justicia. 

Sus ojos rojos como dos rubíes daban un aspecto atractivo a sus masculinas facciones, Y aun que tuviera una mueca de disgusto realmente era alguien amable y bondadoso.

Miraba un mapa tratando de descifrarlo sin tener éxito. 

-Carajo, dejo la ciudad un par de décadas y ya nada es igual- le hablo esta vez al caballo que lo miraba con sus pequeños ojos negros. 

Frente a el paso un guardia. El rubio se aproximo a hablarle para preguntar indicaciones. 

-Oiga, busco el palacio de justicia podrían ...- pero fue olímpicamente ignorado. Una venita en su cien se inflamo por el enojo. 

Respiro profundo y exhalo. Ya había tenido problemas en el ejercito por su "explosivo" carácter. -creo que no- y siguió su camino por las calles buscando algo que lo orientara mejor. 

Una alegre música acompañada de canticos se hizo presente en sus oídos, aquella melodía llamo su atención hasta una grácil figura que bailaba en la calle. 

Acompañado de aquella persona estaba un hombre que tocaba la trompeta y un niño el pandero, junto a todo ese cuadro una cabrita café alegre brincaba al son de la música. Dejo algunas moneras de oro en señal de que le agradaba el baile.

Trato de ver un poco mejor y finalmente una esponjosa cabellera verde acompañada de ojos esmeraldas se cruzaron con su mirada. 

Pudo notar que era un chico, pero no un chico cualquiera, un gitano. Vestía un conjunto blanco con purpura dejando ver su vientre y parte de sus hombros mostrando un suave piel bronceada. Una belleza frente a el.

El joven le sonrió coqueto moviéndose junto con la música. Aquello dejo sin palabras al rubio que igual sonrió galante para el peliverde.

Sin embargo un silbido hizo que todo el momento se rompiera, el gitano peliverde fue alertado con los otros dos que le acompañaban. La pequeña cabrita corrió a recoger el botín pero en su rapidez tiro las monedas que se extendieron por el suelo. 

Llamo con un berreo al peliverde que regreso a recoger las monedas doradas, pero fue interceptado por dos guardias que trataron de quitárselo de las manos. 

-muy bien chiquillo gitano ¿de donde sacaste el dinero?- pregunto acusadoramente uno. 

El joven no dejaría que lo inculparan. Miro desafiante al guardia tratando de llevarse su ganancia. - para su información, lo gane- su voz era dura pero al mismo tiempo dulce y gentil. 

-los GITANOS nunca gana dinero- le volvió a reprochar el guardia. 

-LO ROBAN¡¡- otro de ellos trato de llevarse al chico pero no por verse delicado el peliverde no era capaz de defenderse. 

-y ustedes saben mucho sobre robar- les agrego con acidez .

El rubio que miraba toda la escena estaba por intervenir de inmediato. Nunca soporto la injusticia y menos el maltrato a un ser tan bello como aquel peliverde. 

El guardia que comenzó a intimidarlo le arrebato el saco de dinero. 

-Tal vez un día en el cepo te enseñara mocoso- le advirtió al joven. Pero este se Safo del agarre propinando tremendos golpes a ambos guardias. 

Incluso la pequeña cabra arremetió contra uno de ellos dándole un cabezazo que los dejo en el suelo. 

Esa fue la oportunidad para el joven de escapar. El rubio estaba perplejo, no solo era bonito sino fuerte y listo también. 

Los dos guaridas trataron de ir por el chico, pero aquel rubio esta vez jalo a su caballo para interrumpir su camino, obligo a uno de ellos a caer en el lodo adolorido por los golpes. 

-Aquiles siéntate¡¡- le ordeno y de inmediato el animal obedeció dejando caer todo su cuerpo sobre el guardia que gritaba de dolor.

Las risas de las personas que pasan por ahí no se hicieron esperar, era un espectáculo ver a esos guardias tan corruptos vencidos por un caballo. 

-Oh no- fingió apenado el rubio. - cuanto lo siento, desobediente Aquiles malo - señalo a su caballo que no prestaba atención - es imposible no puedo llevarlo a ningún lado- sonrió arrogante al guardia. 

El joven gitano también miraba la escena divertido, aquel hombre apuesto lo había ayudado. 

-QUITAME A ESTE ANIMAL DE ENCIMA¡¡- gritaba el guarida desesperado. 

-te daré una lección campesino- amenazo uno de los guardias mostrado una espada de un tamaño menor. 

Pero de inmediato El rubio desenvaino la suya, siendo esta con empuñadura dorada y de un largo mucho mayor al que su atacante mostraba. 

-Decía usted ¿teniente?- apunto con ella al de menor rango con soberbia. 

Aquello alarmo al hombre frente a el, no solo estaba mostrando irrespeto a su superior sino que además de todo esta sufriendo la humillación publica. 

-c-c-ca-ca-capitán Bakugo¡¡- soltó el arma y de inmediato se colocó en saludo a su superior - A SUS ORDENES SEÑOR¡¡- 

El rubio ahora se arrodillo dejando su espada muy cerca del rostro del oficial en el suelo. 

-se que tiene problemas pesados pero ¿ donde esta el palacio de justicia?- pregunto un poco mas calmado dejando ver una sonrisa que ocultaba su enojo con aquellos dos seres que además de ser brutos eran ciegos. 

De inmediato ambos guardias le llevaron al palacio de justicia haciendo a un lado a todo el que se interpusiera en el camino del capitán Bakugo. 

Este solo caminaba despacio para no llamar mas la atención. 

Su mirada se clavo en 5 objetos brillantes en el suelo, las monedas de antes que dejo caer aquel joven que sin duda alguna, había robado toda su atención. 

Las dejo frente a lo que parecía ser un anciano con una pipa para seguir con su camino, definitivamente quería volver a ver de nuevo a ese joven de cabellos verdes. 

De aquel bulto que respiraba la pipa, se asomaron dos cabeza, una de la cabrita café que sostenía la pipa, y la otra del chico peliverde que también miraba irse al rubio, nunca había visto a un hombre tan majestuoso como el. Y sobre todo que le prestara su ayuda. 

_______________continuara________________

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH mi bakudeku <3 <3 

¿Qué pensaban que no habría de esto? jajaja pues no esto es tododeku y bakudeku 

espero les guste.