SENSEXTION - KOOKMIN

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    Llegó a su departamento mirando el mensaje en su teléfono que la pelirroja le había enviado. Sin ánimos de ir, entró a su habitación y se dejó caer sobre la cama antes de cerrar sus ojos.

Algo sonaba...

   Jimin se remueve en su cama tratando de alcanzar el celular que yacía tirado en el piso.

-Aló- contestó con voz adormecida.

-Jimin. Son las 6 y no has respondido mis mensajes ¿Ya no vendrás?- la voz de Sussy lo hizo dar un salto en la cama.

-Hola. Sí, me quedé dormido, dame 30 minutos y estoy allá. Perdóname.

   Se levantó rápido y entró a la ducha dándose un baño velozmente. Corrió al closet y sacó una camisa de vestir blanca, unos pantalones negros ajustados y optó por unos tenis blancos. Se echó perfume y peinó su cabello lo mejor que pudo ya que este seguía mojado. Tomó sus llaves y salió corriendo del departamento; en el camino se detuvo a comprar una botella de vino para no llegar con las manos vacías.

   Minutos después estacionó su moto en el edifico donde la chica le había indicado llegar y la llamó por teléfono.

-Hola, señorita, estoy abajo ábreme- la edificación tenía una puerta de acceso que se abría con una llave que poseían los inquilinos o desde el mismo departamento oprimiendo un botón.

   La chica se asomó por la ventana de la terraza ya que se encontraba en el tercer piso. Sonrió viendo al guapo hombre abajo y presionó el botón para que la puerta de la entrada se abriera. Jimin subió las escaleras hasta llegar.

-Hola, lamento la tardanza- saludó.

-No hay problema, estás aquí y te ves muy bien- halagó ella de forma tímida.

-Tú estás...- la miró de pies a cabeza. Llevaba una blusa sin mangas, una falda corta de cuadros grises y unas botas negras -estás hermosa, Sussy, me gusta tu estilo, va muy bien contigo.

  La chica sonrió y tomó la mano del pelimorado invitándolo a pasar.

-Hice pasta, espero te guste. Es con amor para ti- dijo mirando sus manos entrelazadas.

-¡Amo la pasta! - expresó felizmente.

 
  La cena transcurrió tranquila. Disfrutaron de su compañía mutua y hablaron de cosas banales.

-¿Podemos tomarnos el vino que trajiste?- preguntó la pelirroja.

-Para eso lo traje - respondió coqueto.

   La botella estaba por terminarse y ya se encontraban con las mejillas rojas por el alcohol sin llegar al punto de estar ebrios. Sentados en el sofá de la sala, relajados, intercambiaban miradas.

-¿Por qué no tienes novio? Digo; eres hermosa- preguntó curioso.

   Sussy miró al suelo - Estaba esperando que tú me pidieras serlo- confesó tímidamente.

  Jimin la miró sorprendido. La chica aparte de bella le resultaba adorable y eso sin duda era algo que lo volvía loco en una mujer. Se rodó en el mueble cortando la distancia entre los dos; con su mano acomodó un mechón de pelo detrás de su oreja y acarició su mejilla. La pelirroja cerró los ojos a causa del tacto -eres muy hermosa- se acercó sin soltar el rostro de Sussy y unió sus labios es un beso lento que comenzó con solo un roce.

El beso fue romántico.

-Me gustas- dijo él.

  La chica le sonrió -Tú me gustas más. Desde que te vi había esperado este momento- confesó y lo volvió a besar pero esta vez el beso era diferente, se sentía más sexual. La pelirroja empujó sus hombros montándose en las piernas del contrario, colocando los brazos alrededor de su cuello para volverlo a besar intensamente.