La tradición es que todos los sangre nocturna fueran enviados a Polis para entrenar y eventualmente luchar en el cónclave; el ganador sería coronado como Comandante.
Tus padres tuvieron otra idea que incluía esconderte en tu aldea para que pudieras...
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Mi cuerpo estaba en llamas, me dolían las extremidades y se formaban moretones en lugares que no creía que pudiera lastimar. Lexa había demostrado ser una compañera de entrenamiento desafiante, incluso cuando se lo tomaba con calma, y nunca había estado más agradecida de que Titus dijera que habíamos terminado por la mañana que cuando él lo hizo.
Estaba a punto de seguir a todos los demás a los baños cuando Titus me detuvo, haciéndome gemir internamente. Tan cerca.
"Tienes una visita". Dijo, haciéndome levantar las cejas con sorpresa. "¿Faith?".
"¿Faith? ¿Está aquí?". Sentí que se me encogía el estómago de emoción, no esperaba volver a verla y mucho menos tan pronto.
"¿Quién es ella?". Preguntó Titus, entrecerrando los ojos.
Respondí, aunque traté de ocultar mi impaciencia. Si Faith estuviera aquí, solo quería verla tan pronto como pudiera. "Ella es mi hermana".
"La que ayudó a tus padres a esconderte". Se dio cuenta, haciéndome apretar los labios con frustración. "Bueno. Si yo fuera tú, no dejaría que ella te distraiga de tu entrenamiento aquí. Claramente, podrías usar el trabajo extra".
Me abstuve de responder con un insulto lleno de maldiciones. "¿Dónde está ella, Titus?".
Titus suspiró como si yo fuera un gran inconveniente. "En la entrada de la torre. Puede que la veas, pero luego debes ducharte y habrá bocadillos disponibles en el comedor. No llegues tarde a tu entrenamiento más tarde".
Asentí con la cabeza, dando vueltas unos segundos más en caso de que dijera algo más. No lo hizo, y cuando levantó una ceja con aire de juicio, lo tomé como una señal para irme. Traté de recordar el camino de regreso a la entrada de la torre, cada pasillo y cada esquina aún se parecían entre sí, cuando finalmente vi una figura familiar parada afuera.
Corrí hacia ella al instante, ignorando a los guardias que observaban cada uno de nuestros movimientos, y la atraje para abrazarla. Mi cuerpo definitivamente no me estaba agradeciendo por el impacto repentino, pero no me importaba. Todo lo que me importaba era Faith.
"__________, estás bien". Exhaló por encima de mi hombro, rodeando mi cintura con los brazos.
No me di cuenta de lo emocionado que estaba al verla de nuevo hasta que me aparté con los ojos llenos de lágrimas. "Pensé que no vendrías. No pensé que querrías volver a verme".
"No digas eso". Dijo, sus ojos vidriosos mirando entre los míos. "Eres mi hermana y te amo. Por supuesto que estoy aquí".
Sonreí con alivio, sin saber que necesitaba escuchar eso tanto como lo hacía.
"Siento no haber estado allí". Dijo, frunciendo el ceño con culpabilidad. "Ellos vinieron y yo... yo no estaba allí..."
"No fue tu culpa". Le dije, apretando su mano. "Debería haber tenido más cuidado... Faith realmente lo siento. Intenté detenerlos de..." Hice una pausa, ahogo con mis propias palabras.
