La tradición es que todos los sangre nocturna fueran enviados a Polis para entrenar y eventualmente luchar en el cónclave; el ganador sería coronado como Comandante.
Tus padres tuvieron otra idea que incluía esconderte en tu aldea para que pudieras...
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Las estrellas eran hermosas. Aprendí a apreciarlo con el tiempo, sin tener mucho que explorar cuando estaba escondida en mi antiguo hogar, además de estar tumbada en el campo para 'divertirme'. Brillaban tan intensamente y eran una de las pocas cosas en mi vida con las que podía contar para estar siempre ahí, incluso si no podía verlas.
Por supuesto, estaba el sol, ¿Verdad? El sol nunca se fue, incluso si estaba nublado. Pero eso fue diferente de alguna manera. No podría mirar al sol sin que me ardieran los ojos, pero ¿Las estrellas? Siempre estaban ahí, incluso detrás de las nubes, y siempre podía mirarlas con comodidad.
Faith y yo siempre las mirábamos, imaginando un mundo más allá del nuestro, incluso si era poco probable.
Las estrellas nunca dejaron de impresionar.
Entonces, mientras estaba acostada en el pasto junto a Lexa una noche, aprecié las estrellas una vez más, sintiéndome abrumada por su belleza.
Las dos estábamos en el campo de entrenamiento después de la cena, algo casi habitual para nosotras siempre que no estábamos agotadas por el trabajo del día. Después de mostrarle mi descubrimiento de lo tranquilo que era la noche, se enamoró de ella. A veces hablábamos de cómo nos fue el día o, a veces, no hablábamos en absoluto y eso estaría bien. Hoy fue uno de esos momentos, pero mi mente estaba llena de pensamientos, demasiados para guardarlos para mí.
"¿Crees que están ahí arriba?". Pregunté en voz baja, mi familia en mi mente una vez más. "¿Mis padres?".
Lexa no respondió de inmediato, y temí haber arruinado el silencio con una pregunta agobiante. Sin embargo, para mi sorpresa, sus delgados dedos se entrelazaron con los míos, sosteniendo mi mano entre nosotras sobre la hierba. Sentí escalofríos en mi brazo y estaba segura de que no era por el aire nocturno.
"Te están mirando, siempre". Dijo con certeza. "Eso es lo que hace la familia".
Exhalé contenta. Luché con el concepto de vida después de la muerte, preguntándome a dónde habían ido exactamente mis padres después de que los mataran. Me gustaba creer que estaban entre las estrellas; era un pensamiento reconfortante, la idea de que siempre estaban ahí, incluso en los días más oscuros. Pero incluso eso a veces parecía un poco descabellado.
Sin embargo, algo sobre la forma en que Lexa lo dijo... No pude evitar creerle.
"¿Puedo hacerte una pregunta?". Pregunté suavemente, volviéndome para mirar a la pacífica adolescente.
Ella tarareó en respuesta, todavía mirando hacia arriba. Admire su perfil lateral, su piel brillando bajo la luz de la luna y sus ojos reflejando estrellas esmeralda en el cielo.
Lexa y yo nos habíamos unido más en los últimos meses, desde que ella comenzó a compartir su vida conmigo. No estaba segura de qué era, pero me atraía constantemente la chica, queriendo saber más y más con cada palabra que decía. Ella estaba empezando a significar mucho para mí en tan poco tiempo y no entendía por qué. Al menos no todavía.
