01; Acostumbrarse a la nueva vida

1.6K 169 70
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



No tenía idea de dónde estaba, pero no importaba.

Porque me sentía como en un sueño. Mi mente flotaba mientras unas manos me arrastraban, gritando órdenes que entraban por un oído y salían por el otro.

Tenía un dolor punzante en el pecho y no desaparecía. Estaba convencida de que nunca lo haría, ya que la imagen del cuello de mi madre cortándose resonó en mi mente.

Mi familia lo había sacrificado todo para protegerme. Para mantenerme a salvo. Y los había perdido en un instante, tal como me habían advertido. No podía procesarlo del todo y deseaba tener una pesadilla.

Pero cuando me quitaron la bolsa de la cabeza, supe que era real.

Parpadeé, ajustándome a la luz de las velas que iluminaba la habitación oscura. Sentí gotas de sudor rodar por mi rostro, mezclándose con las lágrimas frescas en mis mejillas mientras miraba a mi alrededor con confusión. Estaba en una especie de sala de banquetes, supuse, o... no, una sala del trono.

Los guardias estaban alrededor, en alerta máxima, todos rodeando el enorme, elegante y intrincado trono que tenía ante mí. Solo podía pertenecer al único comandante, lo que significaba que me habían llevado a Polis, como temía.

"¿Por qué está atada?".

Nunca antes había visto al comandante (por razones obvias), pero había escuchado muchas historias sobre su grandeza. Se suponía que debíamos respetarlo, un ejemplo de lo mejor de nosotros. Y tal vez lo hubiera hecho en otro momento, pero en ese momento, todo lo que podía sentir era puro odio mientras miraba sus ojos inexpresivos. Fue su culpa que mi familia se hubiera ido.

"Puede que intente correr, comandante". Respondió un soldado detrás de mí.

Apreté la mandíbula, sin apartar la mirada de los ojos oscuros del comandante.

"Si sabe lo que es bueno para ella, no lo hará". Dijo el comandante amenazadoramente. Sus ojos me miraron de arriba abajo con juicio. "Desátenla".

Me tensé cuando sentí que el soldado me tocaba, cortando la cuerda alrededor de mis muñecas. Retiré mis manos rápidamente, frotando la piel irritada con incomodidad.

"Me han dicho que eres __________ Kom Trikru". Dijo el comandante, entrecerrando los ojos con curiosidad. "Eres un natblida. ¿Por qué te escondiste?".

Lo miré. "¿Por qué mataste a mis padres?".

Me estremecí cuando sentí que algo golpeaba la parte posterior de mis rodillas, obligándome a tirarme al suelo.

"¡Te dirigirás a tu Heda con respeto!". Gritó un soldado, y miré hacia arriba para verlo apuntándome con un palo. "Vuelve a intentarlo, traidora".

Natblida (Lexa y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora