Hay personas que traen consigo una tristeza notable en su mirada, en su manera de caminar y de hablar, o de confesarle a la vida siempre lo bonito a pesar de estar rotos.
Una vez me enamoré de un chico triste, tenía la mirada profunda y oscura como la noche y su voz era la mas hermosa que jamás había escuchado en mi vida.
Tenía los ojos más bonitos que jamás he visto con los míos, y no eran verdes, ni grandes, y mucho menos azules. Eran simplemente suyos, por eso me gustaban.
Ese chico llevaba el alma toda rota y con sus penas aún haciéndole sombras, me había enamorado de un chico el cual estaba en guerra consigo mismo, estaba aprendiendo a vivir con las secuelas del pasado, aún sin darse cuenta que el era su propio enemigo, ese chico estaba compuesto de grietas que de vez en cuándo radiaban luz.
El es un desastre, un desastre bonito, lleno de heridas y fracasos que con el tiempo se está perdonando, ahora lleva más resiliencia y con un corazón dispuesto a todo, incluso si toca perder de nuevo.
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Caos perfecto
RomanceEn este libro no se encontrarán dedicatorias a un amor "perfecto" sino dedicatorias marcadas por la dureza de una realidad vivida, mi realidad, la perfecta imperfección de cada escrito en cada pagina es lo que las hace humanas.
