Ｂａｄ Ｂｏｙ ⎜⎜ ᴷᵃᵗˢᵘᴰᵉᵏᵘ

X - Falsas ilusiones.

Mis piernas temblaban mucho. Estaba agotado. Había sido demasiado para mi cuerpo, por lo que tambalee casi cayendome. Afortunadamente Katsuki reaccionó rápido, sosteniéndome.

-Wa... Estás hecho un desastre.

¿Cómo llegamos a hacer ésto? ¿Por qué lo hizo? Pero lo más importante, ¿Por qué dejé que lo hiciera?
Lo amo y todo, amo todo su ser entero, pero esto está muy mal. Ni siquiera se si yo le gusto o si me odia, tal vez sólo estaba excitado y me usó como última alternativa.
Eso me hacía sentir muy triste.

-Ya deja de pensar y vístete, podría venir alguien. De hecho tuvimos suerte de que nadie viniera.

Reaccione al instante, dándome cuenta que estaba completamente desnudo. Con mi cara ardiente comencé a vestirme rápido y de manera un poco torpe. Mis manos seguían temblando por la intensa situación que acababa de suceder.
De reojo observaba como Katsuki se arreglaba el cabello, mirándose en el gran espejo del baño. Rápidamente el lo notó y me miró atravez del espejo. Aparte mí mirada lo antes posible para intentar terminar de ponerme mi camisa, con mis manos temblorosas y con mis nervios era difícil abotonarla.

-Tsk, eres muy lento. Estás todo despeinado y con tu cara llena de lágrimas.

Se acercó rápidamente para ayudarme a enlistarme. Tragué duro, asimilando la cercanía. Era realmente el cielo para mí que el me esté tratando con gentileza, sus manos acomodaban con suavidad mis rizos. Luego con sus dedos limpio suavemente mis mejillas, quitando el resto de lágrimas. Sus suaves caricias me hicieron pensar que todo alrededor había desaparecido; subí mi apenada y nerviosa mirada hasta encontrarme con la suya, su mirada era seria pero no veía odio en ella.
Nos quedamos unos segundos así, mirándolos sin decir una sola palabra, hasta que el rompió el silencio, soltando un gran suspiro.

-Tu... No te vayas a confundir, yo no hice esto por ti ni tus estúpidos sentimientos. Y-yo, yo lo hice para aclarar todas las dudas que tengo en mi cabeza, ¿escuchaste? Olvida que ésto sucedió y nunca en tu miserable vida se lo vayas a decir a nadie.

Expresó con un tonto un poco alterado, podía notar que sus mejillas estaban sonrojadas, eso me confundía mucho. Tal vez tenía vergüenza de lo que había hecho por un impulso, pero sus palabras me dolieron mucho; entonces al final si me usó.
Mirando el suelo con un nudo en mi garganta, asentí con la cabeza. Rápidamente el se alejo de mí, tomó su mochila y con rapidez fue hacia la salida. Abrió la puerta y huyó rápidamente de ahí.

-Al final no sientes lo mismo... Y yo como un tonto ilusionado.

Bastante desanimado, tomé mi mochila y todas mis cosas. Miré mi reflejo en el espejo y ya podía ver esas tristes lágrimas cayendo por mis mejillas.
Siempre soy igual de idiota, nunca cambio. Estoy enamorado de un chico perfecto que nunca en la vida se fijaría en mí, que sólo me usó como un objeto para quitarse sus deseos sexuales.

Y por sobre todas las cosas, por mi inocente amor, yo se lo permiti.

-Soy tan patético...

Mis amigos siempre me lo advirtieron, pero yo nunca los escuché. Sabía que en algún momento tenía que enfrentar su rechazo o sus palabras más crueles, que iba a destruir todas mis ilusiones y los sentimientos que rondaban en mi corazón. Pero yo no quería verlo ni aceptarlo. Como un tonto ingenuo creí que las cosas iban a cambiar, tenía esperanzas.

Salí del lugar, había algún que otro conserje limpiando los pisos, pero no se veía ni un solo alumno ni un profesor. Solo estaba yo, volviendo a casa con ese horrible sentimiento en mi pecho y con dolor en el culo.