XII - Encuentro inesperado.

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No pude dormir en toda la maldita noche.
No podía olvidar esos grandes ojos verdes, esas hermosas mejillas abultadas decoradas con pequeñas manchas de diferentes formas y tamaños, teñidas de un color rosa.

¡Maldita sea!

No puedo creer que realmente ese idiota me guste.
Lo folle para poder quedarme satisfecho, creí que solamente le traía ganas.
Pero en vez de calmar mis malditas hormonas, las alteró aún más.
Te odio, nerd de mierda.

Ahora no solo interrumpes mis pensamientos, sino que también mi sueño.
Te maldigo en todos los malditos idiomas por ser tan lindo y tierno.
Además, a pesar de ser tan cruel contigo, nunca me miraste con odio.
Sus hermosos ojos grandes, siempre me miraron con amor.

Hundí mi cabeza en la almohada, eran las 12pm y todavía no pude pegar un ojo.
Es muy tarde para mí, suelo dormirme temprano a eso de las 8pm.
Ese maldito hijo de puta también altera mi rutina.
¡Odio esto! ¡Si es amor lo odio más que la comida dulce!

Gruñi molesto, golpeando a esa almohada sobre debería estar dormido plácidamente, sin importarme nada.
Pero no, ese maldito culo lleno de pecas aún seguía en mis pensamientos.
Aún cuando intenté ser lo más cruel con mis palabras, parece que crece más este estúpido y odioso sentimiento en mí pecho.

—¡Katsuki! ¡¿Que haces despierto?! Deja de hacer ruido y duermete!

—¡CÁLLATE, VIEJA DE MIERDA!

Escuchar su molesta voz era lo último que quería en ese momento.
Eso empeoraba aún más las cosas; mi enojo crecía abismalmente.

Mitsuki quería tirar la puerta de una patada y golpear a su hijo hasta que entienda que debe respetarla, pero como siempre, estaba Masaru ahí para calmar sus ataques de ira.

—D-debe tener insomnio. Dejalo que se duerma... Además, los vecinos deben estar durmiendo, no grites amor, por favor.

Dijo con vergüenza y pena, mientras abrazaba con cariño a su esposa. Además acariciaba su espalda para aliviar su enojo.
Eso funcionó, ya que la rubia relajó su expresión molesta para luego sonreírle con amor a su castaño.

—Tienes razón, lo siento.

(...)

No había dormido casi nada, si solía estar de mal humor pues eso ahora lo estaba multiplicado por diez.
Caminaba con pasos molestos hacia el instinto, no quería ir. Intenté quedarme en casa pero la vieja bruja me sacó a patadas de la cama.
Cómo la odio.

Pronto llegue al lugar, rápidamente alcancé a ver una cabellera llena de rizos verdes. 
No pude evitar verla, se veía tan lindo hablando con sus amigos.
Pero rápidamente sacudí mi cabeza, no podía creer que estaba convirtiéndome en un acosador que lo observaba de lejos, justo como aquel estúpido nerd lo era.

Rápidamente me metí a la clase, ignorando los saludos de todos.
El idiota del rayo y el pelos de mierda se acercaron a mi con una estúpida sonrisa, como siempre solían hacer.

—Buenos días, mi querido amigo. ¿A qué se debe esa cara de ira que tienes, eh?

—Pareces un duende gruñón, Baku-bro.

Solo les respondí con un gruñido. No quería que nadie me molestara, quería estar solo y con todo en silencio.
Afortunadamente el profesor me salvó de ese par, obligándolos a que me dejen solo.

Bad Boy ⎜⎜ ᴷᵃᵗˢᵘᴰᵉᵏᵘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora