"No elegimos a los otros al azar.
Nos encontramos con aquellos que existen ya en nuestro inconsciente"
Sigmund Freud
...
La ceremonia anual de los premios ANV estaba a todo su esplendor, actores, actrices, directores y demás celebridades del medio del entretenimiento para adultos, se encontraban desfilando por la asombrosa alfombra roja.
...
-Todo mundo se encuentra aquí John ¿podrás sólo comportarte?- cuestionó Epstein aún dentro de la limusina negra
-No- contestó tajante el joven actor de 25 años, John Lennon era conocido y asediado en el selecto círculo de esta industria, su carrera aunque no muy larga, sí era extensa, en los siete años de estar presente en el cine porno había grabado más de 500 películas de modo profesional, una hazaña difícil de conseguir, pues sí somos sinceros esta forma de vida es, incluso, más cruel que el modelaje de alta costura, no bastaba con tener un miembro considerable como muchos piensan, era, a palabras del mismo Lennon "para quien no está hecho para esto, es una jodida tortura".
-vamos jonny...-
-¡No me vuelvas a decir así hijo de perra!- fúrico y con un tono elevado le dijo el actor al hombre sentado a su lado, éste, además de ser su manager, fue quien lo descubrió y sacó de aquel bar undergraund aquella fría noche, lo convirtió en quien era ahora, pero sin importarle eso, ni nada, el castaño le dirigió una mirada amenazante:
-sabes que me importa un reverendo mojón estos premios, siempre los gano, que los envíen a casa, y ya está...- al actor si que le importaba el reconocimiento, más nunca lo admitiría en voz alta, su orgullo era más grande, tan es así que esta era la primera vez que asistía a la gala, por fuertes exigencias por parte de Brian
-...no se para que me hiciste venir, ni siquiera tengo un discurso para cuando tenga que subir por las tontas estatuillas...- El mayor de ambos iba a intervenir, pero no sé lo permitieron -soy genial, no te preocupes cualquier cosa que salga de mi boca será noticia mañana, bueno... siempre soy noticia ¿por qué mierdas venimos?- cuestionó irritado
Brian Epstein al escucharlo sólo rodó los ojos, suspiró profundamente buscando su tan agotada paciencia, sino fuera porque quería a John ¿qué sí lo quería? vamos, podríamos decir que de una forma poco ortodoxa pero muy intensa, lo amaba de verdad, desde el minuto uno que lo vió, lo había dejado alucinando y, claro, por otro lado el castaño era una excelente inversión, gracias a él, había podido crear su propia agencia, hay que decir, bastante prolifera, de actores, sólo él, sólo John W Lennon le dejaba cientos de miles de dólares de ganancias por cada proyecto.
-...necesitas salir más, crear conexiones, ir más allá del set de grabación- el castaño puso cara de pocos amigos, por lo que el otro continuó -por favor, Lennon, no te estoy pidiendo mucho...- le dijo intentando mediar con él
-una hora, te doy solo una puta hora para que me saques de aquí ¡ah! y no quiero verte cerca de mí mientras pasó por la alfombra, dudo que me quites protagonismo, pero bien sabes que no me gusta compartir cámara- contestó sosteniendo la mirada el joven actor
-seguro- asintió con la cabeza y continuó -..y gracias, verás que la pasaremos bien- John bufó como respuesta, plantó una sonrisa bastante cínica en su rostro y salió del vehículo.
La llegada del actor a la alfombra roja trajo un llamativo alboroto por parte de la prensa y fotógrafos, algo que no le sorprendió en lo más mínimo, vestido de negro en su totalidad, zapatos, pantalón, camisa de manga larga, rozando más en lo casual que en lo formal o de gala, que era la etiqueta requerida. Pero era John Lennon, la palabra rebeldía estaba incrustada en su frente, él no seguía reglas estúpidas realizadas por una sociedad imbécil llena de prejuicios absurdos... o eso era lo que se repetía diariamente.
En las apariciones públicas realizadas por Lennon iba todo siempre igual, desfilaba, posaba y no se paraba para ni por nadie, por lo tanto empezó a caminar por el lugar como si se tratase del mismísimo Zeus, con arrogancia y mucha superioridad, viendo su entorno como todo el tiempo, por debajo del hombro, pues los últimos cinco años era él, el actor mejor pagado, el más solicitado y con mayor fama, así que podía darse esos lujos, pero, de pronto el bullicio se hizo presente:
