Tres

282 30 6
                                    


-John no puedes solo presentarte así porque si...- contestó fastidiado Brian, mientas veía al castaño por el reflejo del gran espejo en el que estaba
-¿por qué no?- cuestionó mientas acomodaba el cuello de su camisa gris oscuro
-porque no, porque no puedes solo presentarte ahí con tus santos cojones a una fiesta que no has sido invitado- soltó un bufido levantándose para quedar de frente al actor
-el mocoso me idolatra, le haré un favor yendo...- le dijo mientas lo hacía a un lado para alcanzar el perfume y colocarlo en su cuerpo
-No te idolatra, solo fue diplomáticamente correcto- contestó con enfado
-Brian... Brian... soy yo, John Lennon, todo mundo me idolatra, aunque lo nieguen... fin-
-Sabia que no debía decir nada...-
-pero lo dijiste, gracias Cerdo- sonrió Lennon y le guiñó un ojo
-No me parece una buena idea...- se acercó a él
-me parece ilógico que después de tantos años de conocerme creas que me importa un carajo lo que te parezca....- le dijo en un tono grosero
-porque no nos quedamos aquí, pedimos comida, vemos alguna serie y...-
-No, no quiero quedarme en casa-
-sálganos de fiesta entonces, tú y yo- dijo mientras lo tomaba de los brazos intentando hacerlo entrar en razón
-No Brian, iré a donde McCartney- se alejo de golpe y antes de que fuera retobado agregó -...sólo- caminó hacia la puerta
-¿por qué tanto interés? ¿te gusta? ¿Es eso?- su voz salió temblorosa, y es que en los años de conocer al castaño nunca había tenido interés por algo, mucho menos por alguien, no por tanto tiempo:
-¿El chico te atrae?- John no paro, siguió su camino. El mocoso no le atraía, por favor, era un hombre y a él no le gustaban los hombres, tonterías de Brian, pensó y antes de salir agregó:
-Por hoy ya no necesito más de tus servicios vete a casa-

...

Eran más de lo diez de la noche y estaba a unos metros del enorme complejo habitacional que le había mencionado su manager, era muy interesante que aunque el lugar estaba rodeado por un muy alto muro la música era audible y un montón de luces salían de ahí, según sabía por lo dicho por Brian, Paul acababa de comprar el bonito inmueble, y esta noche inauguraría su nuevo "hogar" el alcohol empezaría a correr desde las seis de la tarde y terminaría hasta que el último invitado caiga.

John se quedó pensativo, quizás haber llegado tan tarde no era del todo una buena idea, estúpido Judío porque le había informado tan noche... cuatro horas desde que inició todo, probablemente la mitad de la gente ahí ya estaba en condiciones lamentables, y lo que menos le apetecía era lidiar con borrachos o necios.

-Buenas noches ¿lo puedo ayudar en algo?- escuchó el castaño que le hablaban desde afuera de su vehículo
-ahh- se quedó pensativo por un momento
-es propiedad privada, no puede pararse aquí, así que le pido por favor mueva su carro ...bonito carro por cierto- sonrío el guardia
-¿es un lamborghini de 3.6 millones de dólares y te parece bonito?- preguntó burlón en un tono bastante arrogante el actor y antes de que el otro hombre pudiera articular palabra continuó -vengó a la fiesta, abre esa cosa- dijo señalando hacia la gran puerta de metal. El guardia fue quien ahora soltó una risa burlona
-disculpe señor, pero no se va a poder, por instrucciones del joven McCartney nadie entra después de las diez y da la casualidad de que son las 10:02- dijo mirando su reloj de pulsera
-¿no tienes puta idea de quién soy? ¿Cierto?- cuestionó Lennon muy seguro de sí mismo mientras lo miraba de arriba hacia abajo
-su cara me es familiar sí, pero órdenes son órdenes, lo siento-
-déjate del tonterías y abre-
-No-
-¿cómo dices?-
-que no- caminó hacia su puesto de vigilancia ignorando al castaño
-hablaré con tu jefe, lo pondré en altavoz y gozaré cuando te despidan en este puto momento- soltaba grosero mientras salía del vehículo con celular en mano haciendo como si marcara un número, el guardia por un momento sintió que todo su interior temblaba, John colocó su teléfono en la oreja:
-¿si? ¿Paul?- El guardia estaba totalmente arrepentido pues no podía perder el empleo, pero tampoco la dignidad ¿qué se creía ese riquillo?
-sí, habla John, John Lennon- dijo prácticamente gritando -estoy afuera y el inútil que está en la entrada...- en eso, otro celular comenzó a sonar, el del hombre que estaba rezando porque no lo corrieran, sintió perder la vida pues era su jefe quien le marcaba... un momento:

Wash off my sinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora