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Los linces se encontraban desayunando en el buffet del hotel mientras Troy se encargaba de preguntarles a todos si habían pasado buena noche. Chad, Sharpay, Kelsey y Ryan estaban en una sola mesa, se sentían un poco extraños porque las personas que los habían unido no estaban desayunando con ellos, uno estaba siendo un buen anfitrión y la otra simplemente parecía que no tenía intención de llegar.

Un grito llamó su atención. Procedía de la novia que estaba regañando a una chica y aventando unas telas que esta tenía en las manos. Miraron a su amigo que corrió hacia donde ella estaba.

—¿Enserio ella es la novia de Troy? —preguntó Kelsey—vaya que el dinero cambia a la gente.

—Y pensar que nunca quiso estar conmigo por esa razón—habló Sharpay pinchando un melón—ay es una broma— expresó al ver que todos la miraban.

—Pero tienes razón—apoyó Chad—y bueno, tú tenías 17 años, al menos cambiaste.

—Y tanto, estoy compartiendo mesa contigo—bromeó.

Todos en la mesa soltaron una risita.

—Yo estoy seguro de conocerla—agregó el moreno—pero no sé de dónde.

Se quedaron callados mirados la escena de los novios donde ella seguía gritando y Troy tratando de calmarla.

—¡Hola, chicos! —expresó una vez conocida llamando su atención.

—¡Gabriella! —gritó Ryan.

Todos se levantaron a abrazarla y saludarla. Incluida Sharpay que, aunque fue la última, también le dedicó una sonrisa y le extendió los brazos. A Taylor también le dieron la bienvenida y estaban tan emocionados de ver a Gabriella que no se fijaron que esta no saludó a su novio.

—Al final viniste—susurró Chad.

—No me perdería la boda de Troy—respondió Taylor.

—¿Así que ahora te interesan las bodas?

—Lo hablamos después, ¿te parece?

Pero no les dio tiempo de seguir platicando pues ya todos estaban sentados en la mesa para seguir con su desayuno ahora que estaban todos.

—Creímos que no vendrías—confesó Kelsey.

—No era mi plan—dijo Gabriella y se encogió de hombros—pero no iba a perder la oportunidad de verlos y también de felicitar a Troy.

La recién llegada giró su mirada a la pareja de novios que al parecer estaban discutiendo, pero después él le dio un abrazo y un beso en la frente. Creía que la escena podía ser diferente, pero le daba gusto que la estuviera pasando bien planeando su boda. Desvió sus ojos cuando vio que ambos se dirigían a la mesa de sus compañeros y se apresuró en tomar un panecito del centro.

Los anfitriones llegaron con los Linces tomados de la mano. Troy miró a Gabriella y parpadeó varias veces, tenía años sin saber de ella y no esperaba hacerlo ese día después de su mensaje. Pero le alegraba verla.

—Creí que no ibas a venir—dijo en forma de saludo.

—Si quieres me voy.

—Para nada, ahorita te consigo una habitación.

Abrió los brazos y ella lo interpretó como una invitación a unirse a él, así que lo hizo y dejó que sus pies se alzaran un poco del suelo. Seguía siendo mucho más alto que ella y ahora parecía que el ejercicio era su pasión.

—Te presento a Anne, mi prometida.

Gabriella y la chica se miraron, la primera sonrió timidamente mienras que la otra le dio dos besos.

—Encantada de conocerte. Espero que no te moleste que me case con tu novio de preparatoria—bromeó.

—En absoluto—sonrió—es un gran chico.

—Lo es.

Anne lo sujetó del brazo y lo besó. Gabriella tuvo que voltear su rostro para no ver la escena, pero se encontró con Sharpay negando con la cabeza.

—Que viva el amor—expresó la rubia sarcásticamente alzando su vaso con jugo y su hermano le dio un codazo.

Los novios se separaron, Troy tenía las mejillas rojas y Anne una sonrisa en el rostro, pero fingió estar apenada.

—Troy me advirtió que no hablara de amor contigo, que estas divorciadas y un poco en contra del matrimonio—expresó.

—Un poco no—guiñó un ojo Sharpay—pero no porque yo me haya divorciado no quiere decir que sea su destino. Nosotros no funcionamos porque nos dimos cuenta que éramos muy diferentes, cosa que apuesto no pasa con ustedes. Eso sí, el gasto de la boda se duplica en el divorcio.

—Eso no nos va a pasar—aseguró Anne.

La rubia se levantó, ajustó su bata de playa, bajó sus lentes y camino hacia la alberca. No sin antes tocarle el brazo a la novia y susurrarle:

—Ya lo creo que no.

Los linces se quedaron en la mesa sin mucho tema de conversación después de esa escena, Troy tampoco ayudó mucho a que tuvieran uno, se limitó a decir que esperaba que disfrutaran de las instalaciones y a Gabriella le prometió conseguirle habitación rápidamente.

Las únicas que quedaron en la mesa a terminar su desayuno fueron Gabriella y Taylor. Mientras que los otros siguieron a Sharpay a los camastros.

—¿Te arrepientes de haber venido?—preguntó la morena.

Gabriella se encogió de hombros.

—Es la boda de mi ex novio de preparatoria, no debería de tener importancia.

—Ustedes saben que fueron más que eso.

—¿Qué importa ahora? Él se casará con Anne y parece feliz.

—¿Qué pasó entre ustedes? Nunca lo supimos.

Le dio un sorbo a su jugo de zanahoria.

—Lo de siempre, diferencias. ¿Quieres ir a caminar a la playa?

Taylor asintió, abrazó a su amiga y le dio un beso en la coronilla. Podrían engañarse entre ellos, pero todos sabían que Troy estaba cometiendo un error y que Gabriella debía de ser muy masoquista para presenciar el enlace matrimonial del amor de su vida con otra persona.

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