Bleach: Orihime x Ulquiorra x Grimmjow

Capítulo 18

Orihime's POV:

No podía creer lo que estaba viendo. Ichigo se encontraba justamente delante mía. Sin pausa fui a abrazarlo. Aunque, aún se sentía tan lejano.

--¿Cómo pudiste escapar de Hueco Mundo?-- pregunté tras nuestro reencuentro.

--Alguien vino a salvar a Aizen. Justo antes de que desaparecieran, conseguí meterme junto a ellos.

--¿Saben que estás aquí?

--Por supuesto. Aunque extrañamente me han dejado en paz. De todos modos dudo que sea por mucho tiempo.

--¿Dónde te has quedado todo este tiempo?--seguí preguntando.

--Orihime,ahora no tenemos mucho tiempo para hablar de ello. Necesito que te reunas conmigo mañana, aquí mismo a las ocho. No le digas a nadie.

--¿Por qué no podemos hablar ahora?

--Debes volver, y no levantar sospechas.

No me dio tiempo a reaccionar cuando Ichigo dijo esto ya que salió corriendo desapareciendo de mi campo de visión.

Salí del instituto, esperando que fuese el día de mañana. Por el camino volví a encontrarme a Ulquiorra. Esta vez lucía diferente... como un verdadero humano. Al verme se paró y  me saludó.

--Venía a buscarte.

--Gracias.--respondí animosa.-- ¿Volvamos juntos?

--Claro, aunque antes... me preguntaba si querrías tomar algo conmigo.

No sabía que decir. El haberme encontrado con Ichigo había sido bastante bueno aunque estaba un poco intranquila. Ichigo me había hecho recordar a Aizen y a Rukia. Tras plantearmelo bien, acepté. Quería tener un buen rato.

Ulquiorra's POV:

Orihime había guardado silencio por un largo rato. Me preocupaba que me rechazara. 

--Está bien.--su aceptación fue una gran sorpresa para mi.-- pero si no te importa yo elegiré el lugar.

--Claro.--aquella respuesta me había sorprendido pero de todos modos la preferí ya que yo no conocía tantos sitios por la zona.

Caminamos hablando de trivialidades un buen rato hasta que Orihime se paró delante de un pequeño bar. Aquel bar tenía el típico ambiente japonés humano. Quedé extrañado, pero aún así seguí a Orihime. Al entrar nos sentamos directamente en la barra.

--Camarero, dos de sake.-- pidió Orihime. Luego me miró.-- Perdón por haberte traído a beber, es que me apetecía bastante. ¿Has provado antes el sake?

--No pasa nada, y no, esta es la primera vez.

Ella solo asintió y seguimos hablando de cosas sin importancia a la vez que observábamos como el camarero nos servía dos pequeñas copas tradicionales japonesas de sake.

Aquella noche ambos bebimos tres de aquellas copas. El efecto resultó incómodo en mi. La cabeza me dolía y un gran calor invadía mi cuerpo. Tendría que estar rojo. Además, llevaba en brazos a Orihime la cual parecía haberse quedado dormida. Su cara enrojecida por el alcohol mientras dormía se hacía adorable y no podía evitar dejar de mirarla.

Al llegar a casa me di cuenta de que Grimmjow no estaba. Últimamente salía mucho a yo que sé que sitio. Dejé a Orihime en su cama y me dispuse a salir de su habitación cuando deproto noté un tirón de mi camisa.

--Ulquiorra, no te vayas.-- Me hizo tan feliz el haber escuchado aquellas palabras, aunque toda la magia se rompió cuando recordé que Orihime estaba ebria.

--Orihime, debes descansar.

--Ulquiorra ¿por qué nunca me ves?-- aquellas palabras entraron drásticamente en mi. 

La forma en lo que lo dijo, incorpodándose para poder mirarme a la cara parecía totalmente seria. Es más, si no tuviera aquel tono granate sobre sus mejillas parecería totalmente sobria.

--Orihime, te veo más de lo que tu crees.-- No podía aguantar más. Así que tras esto junté nuestros labios.

Para mi gran sorpresa Orihime me correspondió y aquello me hizo una persona totalmente feliz.

Al menos, hasta que oí el portazo que Grimmjow había dado tras entrar en casa.