Todo era oscuridad al abrir los ojos. Lo único que se podía ver eran pequeños rayos de sol que pasaban a través de pequeñas grietas en la pared. Entre momentos se podían escuchar gotas de sustancias desconocidas caer del techo hasta llegar al suelo. Un suave splash splash lo único que se escuchaba, ademas de sus respiraciones entrecortadas. ¿Donde estaban? ¿Quien los había secuestrado? ¿Cuando iban a poder salir de sus celdas? Todas esas preguntas pasaban rápidamente por la mente de nuestro protagonista. Y se estarán preguntando ¿Quien es? Será más fácil contarte por medio de un cuento.
Hace muchos años habían tres reinos que tomaban control de todo el mundo; "Kagmni" el reino de la guerra, "Torae" el reino del comercio, y "Frayle" el reino de la fortuna. Estos tres reinos gobernaban a todo el mundo, cada uno con sus ideales de cómo gobernar a la gente. Pero en lo que nadie contaba era que; en un pequeño pueblo ubicado justo en las fronteras de "Torae" y "Frayle", vivía un pequeño joven, el cual creía que había otra forma en la que se podía gobernar, una forma que le daba igualdad a todas las personas por igual, eliminando los rangos de poder entre ellas. Este joven se llamaba Regem, un chico que vivía solo con su padre, trabajando día a día consiguiendo suficiente dinero para viajar por el mundo. Lo que nadie se podía imaginar en ese momento era que, ese pequeño chico, iba a crear su propio reino donde la igualdad sería valorada por todos.
Ahora volvemos a la actualidad, donde nuestros prisioneros están ideando un sin fin de planes para huir, pero te preguntarás ¿Qué tiene que ver ese cuento con la situación actual? Pues, déjame contarte, estas frente a la presencia del único y mismísimo Rey Regem. Pero no necesitas escuchar todo de mi, te dejo para que veas lo que ocurre.
El Rey miraba de un lado a otro pensando en todas las formas que podrían lograr escapar, pero a su desilusión, no pudo idear ningún escape exitoso. Afortunadamente no estaba solo en esta situación, junto a él estaba su más leal y fiel escudero: Sir Treu. Un escudero que lo ha acompañado en todas sus aventuras desde los comienzos del reino de Regem. Y esta es claramente una de las muchas otras por las que han pasado. Todo comenzó en una de sus viajes fuera del reino para asesorar los alrededores, Sir Treu siguiendo fielmente desde atrás. Todo estaba bien por los primeros minutos, calmado y tranquilo. Ahí es cuando se dieron cuenta de lo sospechosa que era esta situación ¿Desde cuándo los alrededores eran tan callados? Pero era muy tarde cuando lo pensaron, pues miles de bandidos salieron de los árboles emboscándolos. No hubo tiempo suficiente para defenderse, y así es como terminaron en esta situación. Amordazados con las manos en la espalda, dentro de una pequeña celda oscura, sin alguna posibilidad de salir.
Pero muchas personas sabían ya que al Rey Regem no se le conocía por su ingenio o astucia, el era más que nada conocido por su bondad. La mente maestra atrás de la prosperidad del reino era nada más y nada menos que Sir Treu. El cual ya había empezado a idear formas de escapar desde el momento que sus captores los dejaron solos en la celda. No sería mucho exagerar diciendo que el escudero ya tenía más de diez formas en las que podían huir, y este no dudó en decirle a su rey los diversos escapes trazados en su mente.
Su rey sin dudar la astucia de su fiel escudero, escuchó atentamente y confirmó su participación para la huida. El plan consistía principalmente en crear disturbio, gritando el uno al otro como si estuvieran a punto de matarse por el enojo, de esta forma los bandidos escucharían el ruido, contemplarían la situación y luego cuestionarían a los prisioneros. En esta fase del plan, el escudero "admitiría" su odio por el rey, narrando su historia de porque el rey era un hombre despiadado que le había quitado la libertad, y cómo el pobre escudero haría cualquier cosa para ser libre y vengarse del rey corrupto. Los bandidos, quienes solo buscaban secuestrar al rey por sus riquezas y poder, verían una oportunidad y aceptarían al escudero dentro del plan para derrocar al rey de su rango. Lo que estos ilusos bandidos no sabían, era que habrían aceptado a un espía en sus planes, el cual haría lo que fuera para salvar a su rey, pues ese era el título que todo el reino le dio "El Escudero Fiel".
Pasaron unas noches donde los bandidos aun no confiaban completamente en este escudero que supuestamente odiaba a su rey. Pero luego de incontables cuentos en la fogata y bebidas compartidas entre "camaradas", no había ni un solo bandido que dudaba de este escudero. Esa noche en la cual todos reconocieron al fiel escudero como parte del grupo, decidieron darle la llave de la celda en la cual se encontraba el joven rey, quien había estado esperando pacientemente la llegada de su más fiel acompañante. Una noche después, cuando ya todos los bandidos se encontraban dormidos o inconscientes, debido a la cantidad de alcohol que consumieron, Sir Treu puso en marcha el plan. Primero tomo todos los recursos que fue recolectando día a día de los bandidos, sin que ellos se dieran cuenta, luego reviso cautelosamente que todos estuvieran dormidos, y emprendió vuelo. Paso entre incontables pasillos, los cuales se había tomado el tiempo de memorizar, bajo grada tras grada siguiendo su camino hasta llegar al destino deseado, las celdas.
El lugar seguía igual de asqueroso que antes, sino que aún más. Con ratas pasando al lado de sus pies con pequeños ruidos de squik squik saliendo de sus hocicos. Pero al escudero no le importaba nada de eso, lo único en lo que podía pensar era en su rey, y cuánto lo había extrañado. Dio paso y luego otro, seguido de otro, hasta llegar en frente de la celda de su rey. El Rey Regem se miraba igual de admirable que antes, quitando en cuenta la suciedad y delgadez que le había provocado el estar encerrado en esa celda por unos días. Su rostro se veía igual de amable que antes, mostrando que estar secuestrado por unos pasantes bandidos no era nada que lo podía afectar de verdad. Sir Treu dio un paso más, intentando ser lo más callado posible para no molestar al cansado rey que descansaba en la celda. Pero eso no fue suficiente para que el rey no lo escuchara, quien se despertó de un momento a otro y se puso de pie rápidamente, tenso y alerta a cualquier posible amenaza. Pero toda esa tensión se fue de su cuerpo el momento en que sus ojos cayeron en la imagen de su escudero.
Sir Treu no perdió un solo segundo más y abrío la puerta rápidamente, casi arrancándola de la pared. Todas esas noches mintiendo sobre su rey, hablando mal de él a sus espaldas en contra de su querer, todo eso acabo el momento en que tuvo a su rey en sus brazos, abrazándolo como si nunca más lo fuera a ver. Fue un momento mágico, la melancolía y angustia abandonando sus cuerpos como gotas de agua dejando las nubes. Ese momento desafortunadamente interrumpido por ruido en la distancia, los bandidos se habían dado cuenta de su plan y venían tras de ellos. No desperdiciaron ni un solo momento más de sus vidas y huyeron de ese lugar.
Más tarde, cuando ya se encontraban al fin en el reino de Rey Regem, no podían esperar a contarle esta historia a todos sus conocidos, como fueron desafiados por el destino, poniendo a prueba la lealtad que tienen entre ellos. Sin duda le avisaron a todos los guerreros de lo ocurrido, los cuales salieron sin pensarlo dos veces y volvieron horas después con las bandidos capturados y encarcelados en las celdas del reino. Pero esta experiencia nunca la olvidarían, la experiencia que cambió sus vidas, fortaleciendo sus vínculos y creando una amistad más fuerte.
EL FIN
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El Rey Regem y Su Escudero Fiel
FantasiaEn este cuento corto se ilustrará la aventura que Regem, el rey de un reino que prospera, afronta junto con su más leal escudero, Sir Treu. Atrapados por bandidos en una celda desconocida. ¿Cómo lograrán escapar?