Capítulo 30.

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Liam se encuentra en la habitación acompañando a Louis, sentado en un mueble al lado de la cama, cuando Harry entra con Zaray después de poner la denuncia.

Siente un frío recorrer su cuerpo entero cuando ve a Louis acostado en la cama con un respirador artificial y máquinas a su alrededor. Sin embargo suspira de alivio al escuchar los latidos de su corazón en el monitor.

—¿Qué dijeron los doctores? —Pregunta Zaray rompiendo el silencio. Harry se acerca lentamente a la cama para verlo mejor, sintiendo un nudo en la garganta al ver todas las vendas que le han puesto en todo su cuerpo, también tiene parches en la cara y un collarín cervical. Su rostro está muy maltratado, se ve irreconocible.

—Dicen que dormirá por un tiempo debido a todos los analgésicos que le pusieron. —Responde Liam con tranquilidad—. Sus daños son equivalentes a un arrollamiento. Dijeron algo así.

Harry no dice nada, sólo se dedica a observar al chico fijamente mientras duerme. Zaray se aclara la garganta a su lado.

—Deberíamos salir por un café. —Dice acercándose a Liam para tomarlo de la mano y arrastrarlo fuera de la habitación.

No puede evitar sentir el peso de la culpa sobre sus hombros. Sus heridas no son nada parecidas a las de Louis. Ellos se abalanzaron sobre él como animales depredadores y Harry no estuvo ahí para defenderlo, hasta que ya no podía moverse. Lo golpearon tan fuerte y todo fue por su culpa, él lo metió en todo esto. Louis no estaría pasando por nada de esto si no fuera por él.

—Perdóname Lou. —Acaricia su mano con delicadeza viendo que es lo único en su cuerpo sin vendaje ni heridas.

Louis fue tan valiente al ir a su casa. Fue tan valiente al pedir que lo liberaran, y enfrentar a una banda completa él solo. No tuvo miedo como él. Arriesgó su vida para ayudarlo y se comportó como todo un hombre valiente.

Harry lo observa con admiración. Sabe que Louis es un hombre, pero ahora también puede confirmar que es mucho más hombre que Robert, y que él mismo. Lo que hizo le demostró hasta dónde es capaz de llegar por él. Harry no le estaba pidiendo ninguna prueba para confirmar su hombría, pero queda claro que Louis siempre se lo quiere demostrar.

—No tienes que demostrarme nada. —Dice con voz entrecortada—. Ya me atrapaste, tonto. No tienes que arriesgar tu vida para probar absolutamente nada. Estoy totalmente convencido de lo que eres, Lou. Lo estoy.

Acaricia su cabello con delicadeza, sintiendo la suavidad entre sus dedos, antes de inclinarse para besar su frente.

—Oye, quiero escuchar esa canción pronto. Necesito que te mejores. Nadie me había escrito una canción jamás.

Justo cuando Harry está susurrándole esas cosas en la oreja, Lottie entra en la habitación muy angustiada, acompañada de Niall.

—¡Oh por Dios! ¿Qué fue lo que pasó? —Pregunta ella cuando ve a su hermano postrado en la cama.

—¿Qué le hiciste? —Niall lo mira directamente a él de forma acusatoria, frunciendo el ceño. Harry lo mira con irritación.

—Yo no le hice nada, Niall.

—¿Quién le hizo esto? —Vuelve a preguntar Lottie inspeccionándolo, viendo todo el daño que le causaron.

—Louis se enfrentó a una banda de delincuentes para salvarme de mi ex. —Lottie lo mira impactada.

—¿Qué? ¿Los enfrentó solo? —Harry asiente, mirando nuevamente hacia Louis—. Tenía mucho tiempo sin meterse en peleas de ese tipo.

—¡Todo es tu culpa! —Niall lo señalade nuevo. Harry ya está cansado de él honestamente—. Robert es un maldito enfermo desde que entró en esa banda.

Femenino por Causalidad | Larry ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora