Capítulo 28.

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Son exactamente las 7 am cuando Harry siente a Robert moverse a su lado en el sofá. Debe confesar que no pudo dormir realmente en toda la noche pensando en el peligro que corría estando allí con él. Seguramente debe tener ojeras muy marcadas en este momento gracias a eso.

—Buenos días, amor. —Le dice con voz ronca, peinando un mechón de cabello. Harry lo mira de reojo antes de responder aclarándose la garganta.

—Buenos días.

—Ugh, suenas muy seco. —Le reclama, apartándose un poco para examinar su rostro— ¿Acaso no dormiste bien? —Harry suspira profundo para calmarse y no salir con una respuesta grosera.

—No suelo dormir en el sofá. No es nada cómodo en realidad.

Harry observa cada movimiento de Robert, se estremece cuando lo ve levantarse del sofá y acomodando su arma dentro de su pantalón bostezando después. Él le devuelve la mirada y le sonríe con diversión.

—Entonces deberías subir a la habitación, amor. Te llevaré el desayuno a la cama.

Harry está muy confundido, todavía no sabe cuáles son sus intenciones y por qué sigue allí. ¿Acaso no piensa irse pronto? Sólo espera que se vaya para ir a la policía y poner la orden en su contra. Esto podría considerarse un secuestro dentro de su propia casa.

—¿No tienes que trabajar? —Pregunta mientras se levanta del sofá también. Robert no deja de sonreír, como si encontrara la situación muy graciosa. Es un verdadero idiota.

—No, desde hoy sólo me encargaré de cuidar a mi lindo esposo. —De acuerdo ahora Harry se siente más nervioso que antes.

—¿Qué quieres decir con eso? —Trata de ocultar su terror. Robert se acerca demasiado, rodeando su cintura sin previo aviso. Harry traga saliva y de mantiene tenso.

—Oh, significa que te voy a consentir mucho para recuperar todo el tiempo perdido. Te haré sentir que tomaste la decisión correcta al elegirme.

Robert lo acerca poniendo una mano contra su espalda para luego posar sus labios contra su cuello, arrebatándole el aliento. Harry tiembla bajo su tacto, sólo quiere gritar por ayuda y correr lejos. Quiere creer que todo es una pesadilla.

¿Decisión dijo? Harry no tomó una decisión por voluntad propia, fue prácticamente una obligación, un chantaje. No quiere imaginar qué habría pasado si hubiese tomado la decisión de quedarse con Zaray. Hubiese sido fatal. ¿Cómo puede ser tan egoísta cuando Harry le dió todo su amor durante siete años? ¿Cómo puede ser capaz de arruinar su vida de esta manera? No lo entiende. ¿Por qué simplemente no lo deja vivir en paz?

Después de besar su cuello se acerca a sus labios, pero Harry lo esquiva girando la cabeza a un lado, haciendo que sus labios se choquen contra su oreja. Siente las manos de Robert liberando su cintura y su espalda para tomarlo fuerte de ambas mejillas.

—¿Me estás esquivando? —Pregunta con el ceño ligeramente fruncido. Harry no tiene otra opción que mirarlo a los ojos, viendo que han perdido todo el brillo que tuvieron alguna vez.

Se siente raro volver a mirar esos ojos y no sentir absolutamente nada por él. Lo ha superado, ha sanado todas sus heridas, y justamente cuando se siente bien él regresa para arruinar todo su progreso.

Robert vuelve a acercar sus labios a los suyos, y esta vez logra besarlo a la fuerza, ahuecando sus mejillas hasta el punto de causarle dolor. Harry está preso de pánico, pero puede soportarlo. Es fuerte, saldrá de esto, no cambiaría su decisión.

—Sube a tu habitación. No tardaré. —Insiste, volviendo a sonreír.

Harry no lo piensa dos veces y sale de su agarre para ir directo a su habitación. Cuando está dentro cierra la puerta con seguro y saca el teléfono de su bolsillo para llamar a la primera persona que tiene en mente.

Femenino por Causalidad | Larry ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora