Bento

1.5K 182 52
                                    


Miércoles por la mañana, su rutina había sido la misma: despertar, una ducha rápida, bajar a desayunar. Posteriormente, iría con su patineta (no sin antes tomar su preciado bento) hacía el lugar dónde solía esperarlo Langa.

El viento era fresco, después de todo: estaban en primavera, su estación favorita del año (aunque gracias a cierto peliceleste, el invierno también podría ser su segunda estación favorita). Quizá algo que a él le gustaba mucho de esta estación era que podía ver como todo florecía hermosamente y que el viento era suave con él mientras estaba en su skate, casi como si lo abrazara. Además de que, casi todas las calles se llenaban de ese color rosado, tan característico de las sakuras y era algo que sin duda amaba.

Aún recuerda cuando de niño, solía dormirse debajo del árbol sakura que sus padres habían plantado de jóvenes cuando llegaron a su casa.

Su madre solía tomarle varias fotos, las cuales están firmemente guardadas en el álbum personal que Masae se encargó de hacer de cada uno de sus hijos y aunque Reki desconoce esto: ha comenzado junto a Nanako otro álbum de fotos de sus hijos. Pero eso es un asunto a parte.

Cuando llega a la parada, encuentra a Langa sonriéndole, lo que hace que Reki se sonroje un poco. Sigue siendo extraño para él que su amigo le sonría de esa manera tan... cariñosa.

—Buenos días Reki. — El pelirrojo asiente, aún cohibido por el rostro animado del ojiazul.

—Ey. — Estira su mano para hacer su saludo, logrando que su corazón se calme un poco. — ¿Por dónde te gustaría hoy? — El ánimo regresa a él y Langa no ha dejado de sonreír (algo más pequeño, pero la sonrisa sigue ahí).

—Bueno, quizá deberíamos ir por el puente. — Los ojos de ambos brillan ante la emoción. El puente era una nueva ruta que estaban deseando probar desde hace semanas cuando la descubrieron por accidente.

Con la ruta ya planeada, sus skates volvieron a ponerse en marcha.

[...]

Había legado la hora del almuerzo y como cada día: iban a la azotea de la escuela. Langa seguía con su apetito demasiado feroz. Reki pensaba que comía mucho, pero cuando vio que el estómago de su mejor amigo parecía un hoyo negro, supo que no había vuelta atrás.

Quizá se debía a su gran apetito o no, pero Reki ya había notado a Langa un tanto raro. Quizá la primera vez se le hizo algo normal de ver: Langa era extranjero y nunca había probado un bento. Entonces decidió que al día siguiente se despertaría más temprano para poder pedirle ayuda a su mamá para preparar otro almuerzo para su mejor amigo.

Era algo normal que los amigos se llevarán la comida al otro, al menos en el caso de Langa, lo era. Fue ese el consuelo que Reki dio a su corazón para tranquilizarse.

Cuando llegó a la escuela aquel día, espero a que fuera hora del almuerzo para poder sorprenderlo. Aunque claro, nunca espero que uno de sus amigos le pidiera que le ayudara con un ejercicio de la clase de cálculo.

Reki no era tonto como podría verse desde un inicio. Si tuviera más confianza en sí mismo, podría notar que era de los primeros en toda la escuela. Su nombre siempre estaba en los primeros 5 números, pero a él podría no tomarle mucha importancia, le gustaba más andar en skate.

—Seguro. — Se giró para ver a su peliceleste amigo. — Adelántate, yo voy en un momento. Langa tardo un poco en darle una aprobación a su pequeño cambio de planes, no obstante: vio algo bastante peculiar. La boca del ojiazul se había deformado en un pequeño puchero, haciéndolo ver adorable a sus ojos.

—¿Qué sucede, Reki? — Preguntó su amigo al ver como se reía al ver el caminar berrinchudo de Langa.

—Nada, nada. — Menciono sonriente para después ayudarlo e ir con Langa lo más rápido que pudiera.

Cuando logró librarse, corrió con ambos bentos a la azotea y una vez ahí presencio algo aún más adorable: Langa comía con una cara infantilmente enojada. Aún tenía el puchero que vio cuando dejó el salón. Mordía con ímpetu su emparedado de cerdo y bebía del pico del empaque de leche, parecía estar maldiciendo en ¿Frances?

Reki se sorprendió por este hecho. No esperaba que su amigo supiera también francés. En realidad: había confundido a Langa con un estadounidense, así que supone que era normal saber este hecho.

Guardo en su cerebro este hecho con mucho cariño y se acercó sonriente al berrinchudo ojiazul.

—Amigo, te tengo una sorpresa. — Cuando Langa logró divisarlo, sonrió y sus ojos parecían brillar cual gemas preciosas.

—Reki. — El pelirrojo se acercó y se sentó frente a él. Fue entonces que sacó lo que tenía escondido en su espalda: Una bonita lonchera de color celeste con cuadritos blancos hizo acto de presencia y el más bajo se la tendió.

—Hoy me desperté temprano y ayudé a prepararlo. — Comenzó diciendo. El sonrojo que apenas fue visible para los demás, pero lo era bastante claro para Langa. — Pensé que te gustaría probar alguno ya que sueles robarme un poco cada que almorzamos.

¿De verdad puedo comerlo? — La cara de emoción que Reki vio en Langa lo dejó congelado. Parecía un cachorro y él era débil ante la ternura.

—¡Claro que sí! — Cerro sus ojos con una gran sonrisa. Entonces sintió como otros pares de manos se colocaban debajo de las suyas. Abrió los ojos justo para ver como el peliceleste mantuvo sus manos quietas durante unos minutos. — Eh... ¿Sucede algo? — Preguntó algo asustado. ¿Y si le resultaba asqueroso que un amigo le haya dado un bento? ¿Quizá debió haber sido una chica quién se lo diera? El cerebro de Reki comenzó a pensar en un millón de posibilidades.

—Solo pensaba que las manos de Reki son suaves a pesar de los callos. — Dijo al fin después de unos segundos para quitarle suavemente la caja de almuerzo y comenzar a comer con la cara de un cachorro feliz. La cara de Reki era sin duda un tomate ahora. Balbuceo por un tiempo para después, centrarse en su bento, evitando la mirada que le lanzaba el contrario.

Para las personas que estaban igual en la azotea, solo lograban ver a un amo avergonzado mimando a su gran cachorro. Algunos juraron ver una cola moviéndose feliz en Langa, pero esa es otra historia.

[...]

¡Hola, he regresado! No pensaba que tardaría algo en escribir jaja pero bueno, acá ando porque ya había escrito algo y no quería dejarlos con las manos vacías.

Espero logren disfrutar el capítulo y nos leemos en otra. ¡Hasta luego!

LiviaLaw10, fuera.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 09, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mimos | [Langa x Reki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora