Capítulo 1: ¿Es este el primer amor?

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¿Es este el primer amor?

Ferseng, un día después de celebrar sus 21 años decidió evitar todo el protocolo de etiqueta y previa recepción de la familia imperial vecina. No era que no le gustase los asuntos políticos y sociales, más bien pensaba que se le añadía procedimientos muy antiguos y clasistas, su madre siempre lo había llevado a convivir con los plebeyos de vez en cuando, por lo que su visión del mundo era distinta.

Mientras se dirigía a uno de los jardines pequeños del palacio hubo un gran viento y junto con esa brisa brusca un pañuelo blanco de seda cayó encima de su rostro.

¡Lo siento! – se oyó una voz femenina junto con unos pasos acelerados que se acercaban.

Justo cuando Ferseng movió su mano para retirar el pañuelo, que, por algún motivo estaba húmedo sintió un toque, su mano se sobrepuso sobre la de aquella mujer

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Justo cuando Ferseng movió su mano para retirar el pañuelo, que, por algún motivo estaba húmedo sintió un toque, su mano se sobrepuso sobre la de aquella mujer. Ambos dieron un sobresalto y por inercia el pañuelo cayó sin necesidad de ayuda. Ferseng vio los ojos más hermosos que jamás había visto en su vida, la mujer que tenía frente a él, era hermosa, hermosa no de forma convencional o lo que la mayoría de los hombres consideraba hermoso en una mujer. Tenía unos bellos ojos color caramelo que con el resplandor del sol se confundían ¿era ese el brillo del sol o el brillo de su alma tan elegante? Tenía el cabello negro, mejillas redondas, muchas pecas y un gran lunar sobre la nariz, muy grande de hecho pero curiosamente en forma de corazón, la hacía lucir como si tuviera la suave nariz de un gato.

Ferseng sintió un fuerte latido en su corazón, ¿Qué es esto? Pensó, Jamás he admirado tanto la belleza de una mujer, ¿Es que acaso el amor a primera vista no es un mito?

Ambos se quedaron mirando en silencio, Ferseng se percató de que el borde de aquellos bellos ojos estaban hinchados, ¿había estado llorando? La dama rompió la incómoda atmósfera repitiendo sus palabras de antes.

Lo siento mucho, no fue mi intención incomodarlo de esta forma. Mi nombre es Valentina. – Ella miró alrededor y ubicó el pañuelo, cuando flexiono un poco sus rodillas Ferseng se adelantó y recogió el pañuelo por ella, se lo entregó de una forma muy elegante, doblando las rodillas y mirándola desde debajo con ternura. ¿Estaba entregando un objeto caído o pidiendo matrimonio?

Mi nombres es Fersen, mucho gusto. – Volviéndose a poner de pie Ferseng dudó. Él había aprendido a actuar de dos formas en la vida; primero actuando cortésmente y siguiendo la etiqueta y la segunda era, simplemente ser informal. Esta dama definitivamente es una noble, debía actuar cortésemente, pero, a veces la cortesía en un primer encuentro es muy distante y superficial y ella, estaba llorando. No parecía ser mayor que él así que, ¿habría problemas si soy muy directo?

¿Por qué llora? – preguntó finalmente con una voz tierna.

Ella estaba muy sorprendida, era un desconocido y le preguntaba esto. ¿Lo hacía por preocupación o por chisme? Dudó pero, sintió un aura extraña, extraña pero tranquilizadora alrededor de este hombre ¿azul? ¿es color azul? Pensó que solo era efecto del sol que al chocar con objetos crea arcoíris o colores sorprendentes.

El otro hijo del rey (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora