Hace una semana que ese desgraciado de Shikatani me había dado platón por un virgen de primero; solo por tener carita de inocente ese aprovechado solo deseaba corromper a los nuevos. Puede que mi respuesta haya salido de mi herido orgullo, pero no me arrepiento, "Cuando decidas que es lo que quieres llámame, pero no me vaciles, tengo cosas que hacer" mis palabras se repetían en mi mente varias veces en el día lo que lograba que mi enojo creciera, era obvio que yo lo hacía sentir mejor que cualquiera de los de primero.
Mi relación con Itsuki era rara, llevábamos más de un año quedando periódicamente y en ocasiones sin follar; solo para disfrutar la compañía del otro. No era la primera vez que me deja plantado; soy consciente de su presencia en el club de fotografía y lo sabía antes de estar con él, pero en este ultimo tiempo sus pretextos y excusas para reunirnos habían colmado mi paciencia, siempre se a hecho de rogar y seguirle el juego es un deleite, pero tengo mis limites; no puedo soportar su indiferencia, duele demasiado... y ya van 7 días que he logrado evitarlo olímpicamente. Decidí que una buena forma de distraer mi mente este tiempo era volver a mis practicas con mis clientes perdidos, si bien no pertenezco al club de fotografía, tengo cierta fama en el lugar, soy conocido por someter a estos hijos de puta; en simples palabras soy lo que se conoce como un dominante.
— ¿Quién dijo que podías venirte? ¿acaso te di mi autorización? — dije de forma amenazante mientras recorría su vientre con mi fuete. – parece que tendré que darte un castigo por eso.
— Sí~ maestro castígueme. — suplicó el chico que se encontraba con ojos vendados con ambas manos amarradas al respaldo de su cama, mientras visiblemente volvía a excitarse solo con mi amenaza, reí entre dientes; "aún tengo el toque" pensé mientras dejaba un azote en su vientre mientras volvía a encender el consolador que se hallaba en su interior.
El chico se retorcía y gemía sin parar mientras el aparato de silicona se movía en su interior, hasta que cayó rendido en su ya 5to orgasmo, "antes duraban más, quizás estoy siendo demasiado rudo" sin pensarlo demasiado me di por satisfecho. Volvía ponerme mis pantalones y comencé a recoger mis cosas para guardarlas en mi bolso, "tengo que llegar a limpiar esto" pensé al ver mis vibradores cubiertos por fluidos, si algo había quedado grabado en mi cabeza en este tiempo era la repulsión de Shikatani por los gérmenes y la suciedad, por lo que ya me es imposible tener cosas no desinfectadas.
Con rapidez traté de salir de la habitación cuando el chico que estoy casi seguro que es un año menor me detiene tomando la manga de mi camisa, la vista me pareció realmente excitante, su torso y piernas estaban llenas de pequeñas marcas producto de la sesión que habíamos tenido, pero después de lo sucedido con el imbécil de cabellos morados me era incomodo mantener más del contacto necesario con otras personas, después de todo esto era solo sexo, por lo cual solo lo miré con duda.
— Se- sempai, por favor... béseme. — por un segundo mis ojos se ampliaron por la sorpresa, la cual fue rápidamente escondida por una sonrisa.
— Lo siento, los besos no están dentro del servicio. — el chico me miró con tristeza, momento que aproveché para salir de su habitación.
Al llegar a mi habitación un pesado suspiro de cansancio salió de mi boca, era ridículo, puedo follar, mamar, dejar que me la mamen, hasta cierto punto torturar sexualmente y no puedo dar un puto beso y todo por ese imbécil que no puedo sacar de mi cabeza y como si le debiese fidelidad por alguna razón, era estúpido tan solo imaginarlo.
Como si lo manifestase su voz salió de alguna parte de mi habitación.
— Parece que te diviertes volviendo a las pistas. — su mirada me observó con una deje de desprecio, a lo que yo solo sonreí de forma sarcástica.
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One-Shots Yarichin Bitch Club
FanfictionNo pude resistirme a crear historias de estos sensuales hombres, espero les gusten.