Hace ya dos meses había llegado un nuevo ángel al salón; Sato Asahi. Cabello sedoso de un color entre el rosado y el naranjo, muy semejante al color de un durazno, ojos azules tan oscuros que de no fijarte bien podrías confundirlos con negro, sin importar el momento del día que los veas, parecerá que siempre tiene sueño, este chico había logrado sacar los instintos salvajes y posesivos de hasta los pasivos más asumidos, su belleza inocente tentaba los sueños de la mayoría esperando con ansias poder corromper al nuevo ángel que aparentaba una pureza totalmente contraria al ambiente de la escuela.
El pequeño ángel camina por los pasillos del lugar esperando llegar a tiempo a clases, mas, sin prisa se restriega los ojos caminando con calma hasta su salón, sin notar las miradas indiscretas y deseosas de poder atrapar al pequeño conejo que se deslizaba tranquilamente por la cueva de lobos que es la escuela Morimori; tanto alumnos como maestros por igual. El joven entra en su salón acercándose a su compañero que poco a poco se ganaba su amistad.
— Toono. — gruñó bostezando y cargando su cuerpo sobre los hombros del chico con pereza. — Tengo sueño.
Toono al sentir a su compañero caer sobre él se sonroja con fuerza por la cercanía que el pequeño mantenía con él, pero sentir la mirada de envidia de sus compañeros sonríe de forma discreta con orgullo.
— Sato, ¿no dormiste bien anoche? — pregunta el peli café mirando preocupado las ojeras que comenzaban a formarse bajo los ojos de su pálido amigo.
Asahi deja en libertad a su amigo, se sienta en su pupitre dejando reposar su cabeza en la mesa, mira el rostro de Toono, le sonríe y cierra sus ojos intentando descansar la vista de la fuerte luz del sol.
— Entre los estudios y las pesadillas no puedo dormir mucho. — susurra. — antes dormía con mi hermano o mis amigos, me ayudaba a no tener pesadillas. — dice el peli rosa intentando explicar su situación.
El peli café mira a su amigo con lastima, durante su llegada no ha sido capaz de dormir de forma tranquila, se lo había dicho antes; entre las personas que tocan a su puerta en la noche para supuestamente hablar con él y conocerlo (siendo lo bastante inteligente como para rechazarlos sin darse cuenta de las intenciones de sus compañeros) o su afán de mantenerse al día en sus estudios por haber llegado tarde al inicio escolar.
— Qui-quizás podrías dormir conmigo esta noche. — susurra el peli café de forma inconsciente mientras se pierde en las rosadas pestañas de su compañero, sin entender por qué no puede quitar sus ojos de su rostro y mirar en detalle cada una de sus facciones, como si una fuerza extraña lo atrajera a su belleza.
Se sobresalta desviando la mirada sonrojado cuando el peli rosa abre los ojos acercándose rápidamente al rostro de su amigo. Sus ojos brillaban con alegría y agradecimiento, agregando un nuevo brillo a su rostro.
— ¿De verdad harías eso por mi?
Toono sin comprender lo mira curioso, pues no se había dado cuenta de que sus pensamientos salieron de su boca. — ¿Qué cosa?
— Lo que acabas de decir. — la sonrisa de Asahi se hizo más pequeña al ver la duda en el rostro de su amigo. — ¿no me dijiste que podría dormir contigo hoy?
Imágenes totalmente inapropiadas aparecieron en la mente de Takashi en un microsegundo; él acariciando el pequeño torso de su amigo, él besando ferozmente al pequeño ángel y el penetrando a Asahi mientras este gemía con fuerza su nombre. Sus mejillas se llenaron de sangre de forma abrupta por la vergüenza de tener esa clase de pensamientos con su amigo y sobre todo teniéndolo frente a él. Con cautela aclara su garganta y estira su chaleco intentando ocultar una pequeña erección que había nacido producto de su imaginación.
— Claro que lo dije. — rasca su nuca con nerviosismo. — somos amigos, si eso te ayuda podemos hacerlo. — se atora con sus propias palabras y rápidamente intenta aclarar sus palabras. — p-para que puedas dormir con tranquilidad digo.
El pequeño salta de alegría y abraza a Toono por los hombros mientras murmura agradecimientos. Intentando disfrutar de la situación envuelve sus brazos en su cuerpo aprovechando la sensación de su calor contra su cuerpo, aprovecha de llenar sus pulmones con su dulce perfume, pensando en cómo este chico puede ser tan tierno, angelical y ... atrayente.
Durante todo el día Toono estuvo pensando en cómo disminuir su ansiedad para pasar esa noche con la persona que muy a su pesar lo hacía generar emociones que pensó nunca sentir por un hombre. En el club sus compañeros lo miraban curioso, pues ni siquiera se inmutaba mientras Yuri y Tamura tenían sexo frente a él. Cuando el tiempo del club finalizó Toono salió con rapidez directo a su habitación, sus compañeros al verlo salir solo lo vieron con curiosidad, pero decidieron que no querían ocupar sus fuerzas en eso por el momento.
Cuando el chico entró en su habitación pasó horas intentando que se viera ordenada. Cambió sus sabanas, aspiró los cojines, limpió los suelos, ventiló la habitación y perfumó el ambiente con su perfume. Al terminar y sentirse conforme, se dio cuenta que nunca se había preocupado tanto por la visita de un amigo, por lo que avergonzado decidió tomar una ducha para calmar su mente y eliminar cualquier pensamiento que profanara la pureza de su amigo.
Acostado sobre su cama, el castaño ya en pijama esperaba impaciente y nervioso la llegada de su amigo. Cuando tocaron a su puerta se levanta de un salto, analiza su habitación esperando que todo estuviese en su lugar, cuando se sintió tranquilo abre la puerta con una sonrisa encontrándose con el pequeño de rosados cabellos.
— Hola Sato. — levemente sonrojado abre el paso a su habitación para que el chico pueda pasar.
— Wou... tu habitación es tan limpia y huele tan bien. — dice inhalando el perfume del ambiente. — traje dulces para que veamos una película antes de dormir.
El alegre chico saca unas bolsas de chuches junto a su pijama. Sin vergüenza ni delicadeza se acomoda en la cama para disfrutar la velada.
Cuando los dulces se terminaron y la película llegó a su fin, el pelirosa se coloca su pijama mientras Toono lava sus dientes en el baño, cuando el castaño vuelve a su cama ve a su amigo con una enorme polera dejando a la imaginación la parte de abajo, suspiro intentando contener los pensamientos, apago la luz y me meto en la cama.
A media noche me despierto incomodo algo me hacía sentir raro, al abrir los ojos y acostumbrarme a la oscuridad puedo sentir como una mano se encuentra afirmando con fuerza mi miembro, asombrado intento moverme, pero me doy cuenta que en mi pecho Asahi se encuentra dormido, murmurando mientras duerme, sus manos se mueven suavidad, con inesperado cuidado su pulgar acaricia la cabeza de mi pene haciéndome estremecer de placer. Sin poder moverme, intento susurrar su nombre, pero es imposible para mi hacer más que eso, ahogando mis palabras por un gemido, su mano no deja de moverse y mi verga está lo suficientemente dura para estallar en unos segundos, desesperado me aferro a las sábanas y ahogo un gemido al estallar en su mano, avergonzado y sobre estimulado por seguir sintiendo las manos de Asahi aun sobre mi extensión, tomo su mano con cuidado y con una toalla húmeda de mi velador limpio su mano dejándolo limpio, rezando a cualquier dios que estuviese mirando que no despierte, me limpio y acomodo a Asahi dándome la espalda, lo abrazo para que sus manos no viajen nuevamente generándome una situación comprometedora. Sentía vergüenza por esperar que esto no sea un sueño, pues sentía que acababa de conocer el cielo. Toono intenta dormir mientras el aroma y calidez del cuerpo de Asahi acompañan su noche.
Sin que el castaño supiera un pequeño pelirosado se encontraba sonriendo con los ojos cerrados pensando en cómo con tanto cuidado Toono lo había limpiado pese a ser él quien invadiera su espacio, el pequeño muerde su labio ansioso de imaginar todas las formas de llevar al confundido y nervioso joven a mayores experiencias, aprovechando sin duda su fachada de ángel.
Hola a todes, gracias por leer y seguir por aquí.
Espero les guste el capitulo.
Les quiero.
~Alpha.
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One-Shots Yarichin Bitch Club
FanfictionNo pude resistirme a crear historias de estos sensuales hombres, espero les gusten.