Capítulo 10

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Emily se queda estupefacta, el, la está besando, la tiene abrazada por la cintura con una mano y la otra en la nuca de ella, para impedir que se separe, Emily intenta alejarse, más su propia mente se burla de ella

-no te hagas loca quieres tomarlo de la camisa y pegarlo más a ti, te está encantando como te besa- piensa Emily

Emily reacciona cuando el, baja descaradamente la mano de la cintura al trasero de ella, apretándolo sin lastimarla, pero si logrando que ella de un brinquito y trate de gritar, lo que el aprovecha para intensificar su beso y dejar su mano sobre una de las pompis de ella

Emily se pone muy nerviosa, asustada y enojada, pues ese beso para ella fue lo más hermoso que ha experimentado, sin embargo, él se pasó de descarado al tocarle su trasero, además no debe sentir nada por él, es un criminal, un asesino, ya todo el pueblo sabe lo que esos chicos hacían, engañar o secuestrar turistas, robarles, aprovecharse de las mujeres y matarlos. Para su beneficio aprovechaban la soledad y las leyendas del bosque

El chico la suelta y le dice

- tengo que irme, están afuera, pero, regresare para continuar con esto- él se señala y la señala a ella

Emily no sabe cómo reaccionar o que decir, ni siquiera siente ganas de golpearlo, ella quiere seguir con el beso y solo piensa

- ¡Dios! Emily, como te pones por un simple beso, te sientes así porque nunca te habían besado, eso es lo que pasa, son las hormonas- Emily sigue en sus pensamientos y no ve que el chico se regresa

- ¡demonios! - el chico toma la cara de Emily entre sus manos y la vuele a besar ahora lenta y apasionadamente, degustando cada milímetro de sus labios – mía – cree escuchar Emily más no está segura, ella no se mueve solo disfruta el beso con los ojos cerrados, el termina el beso estirando el labio inferior de Emily con una pequeña mordida y une su frente con la de ella, están respirando agitados los dos

- nunca creí que te encontraría, no te puedo dejar, no te quiero dejar-

Ella no dice nada, sigue con los ojos cerrados, preocupada por sus propias reacciones, aunque no lo beso, tampoco lo detuvo

- prepara lo que necesites, cuando regrese te iras conmigo Emily-

Emily parpadea sorprendida al escuchar esas palabras que la asustan, se separa, lo ve a los ojos, en ellos puede ver el deseo y el anhelo, nerviosa y asustada desvía su mirada, no puede decir nada, tiene un nudo en la garganta, quiere, desea continuar con ese beso, le gusta estar entre sus brazos, se sintió igual que cuando la bestia la abrazaba, sin embargo, no piensa ser una más de las chicas que están en las estadísticas de abusos o asesinatos, él es malo, no puede ni siquiera pensarlo.

Emily siente una mano en su barbilla, con delicadeza el, la hace mirarlo, ella cierra los ojos, pues su simple toque le transmite calor y pequeñas ondas eléctricas que solo con la Bestia, las había sentido, él se acerca y la besa suavemente con besos cortos y castos, mientras le dice

-no me temas, no puedo ver tus ojitos asustados, te prometo que cuidare muy bien de ti-

Mientras ella abre los ojos, el, le da un último beso, abre la puerta y al salir cierra con las llaves, para después desaparecer entre las sombras

Emily se queda estática en su sitio, tocando sus labios y pensando en sus palabras, pasado un tiempo ella busca de ventana en ventana, no lo ve ni a él, ni a lo que el busca, después de un rato dando vueltas por todas las ventanas se va a su habitación, por última vez se asoma por la ventana y la ve, es la Bestia, está caminando por su patio, Emily no lo piensa y corre escaleras abajo, hasta la puerta del patio, pero, no la abre, se siente la peor de las mujeres, acaba de dejar que el chico la bese, no tiene el valor para enfrentarse a la Bestia, entonces, ella levanta su vista y lo ve, la Bestia la está mirando fijamente, con sus hermosos ojos color ámbar. Emily hipnotizada por su mirada, pone su mano en la manecilla de la puerta, mientras no le quita la vista a través de la ventana de la puerta, el, le gruñe, ella no sabe porque o como, pero, está segura de que eso fue, - no vayas a salir -

Salvada por el Alfa MalditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora