O6. Promesa. (Final)

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La sensación de respirar por simple reflejo se siente real al punto de la desesperarlo. Donghun ha dejado de sentir, y no es que antes sintiera demasiado, pero las palabras que escuchó por parte del director se han metido tan dentro de su cabeza que simplemente no deja de pensar. Es como si quisieran carcomerlo vivo; como bacteria mortal, solo que aquí no tenía tanta suerte, porque él seguía vivo.

"Jun no es real"

Maldición.

Jun nunca lo ha sido.

Maldición. Mil veces maldición.

Por primera vez luego de tanto tiempo es realmente consciente de su enfermedad. No tiene cura y siempre tendrá recaídas como esta.

—Nunca había visto un brote psicótico tan grave como el de este paciente. –la enfermera que monitoreaba a Donghun a través del ventanal le comenta a su compañera. Esta simplemente observaba cómo el muchacho intentaba por todos los medios tratar de salir de esa cama, sin éxito. Sus fuerzas no eran suficientes. Estaba demasiado dopado.

—Yo tampoco. Ha tenido tres crisis en los últimos dos días. La verdad siento lástima por él. No tiene a nadie. —comenta la mujer de oscuros cabellos, soltando un suspiro al lamentarse mientras salían ya de la habitación. Donghun les había escuchado, pero su somnolencia era tanta que apenas podía mantener su cabeza.

—¿Estás segura que no tiene a nadie? —pregunta más por curiosidad que por preocupación.

—Busqué en sus expedientes, y el único número de contacto ha respondido que no lo conocen. —contestó la otra con pesar, casi sintiendo lástima. El trabajo de la enfermera se trataba de dar comodidad al paciente para que así siguieran al pie de la letra el tratamiento, pero no se sentía completo si no lograba tener un acercamiento con la familia. Claramente Donghun no lo tenía, haciendo que sus posibilidades de mejorar fueran reducidas a un porcentaje tan bajo que, probablemente, viviría una vida de encierro.

—¿Viste al nuevo doctor? Está guapísimo. Es demasiado joven, seguro que es un genio. —comenta mientras empujaba la silla de ruedas en donde habían ubicado a Donghun, y la otra parecía sonrojarse de solo recordar su propio encuentro casual con el médico en el pasillo. El carisma del hombre aparentemente era imposible de ignorar.

—Esta mañana me lo presentó el director. Justo ahí me pidió que cambiara las cosas del paciente a su antigua habitación. Me pareció raro, pero bueno, él sabrá. Ni cómo negarse a esa cara bonita. —la risilla de ambas mujeres hicieron que Donghun sintiera aún más desprecio de ellas. Las odiaba. Le enfermaba que hablaran de él como si no estuviese presente. Pero ya nada le importaba... no cuando Jun ya no estaba con él.

No cuando ya no lo estaría más.

Y como si se tratase de un parpadeo, los días avanzaban más rápido de lo que quisiera. Donghun ni siquiera podía ser consciente de ello y aun así le enfermaba. La dosis de los medicamentos se habían reducido, pero seguían siendo lo suficientemente duras como para dejarlo noqueado por varias horas. Ni siquiera era capaz de pedir un poco de agua si así lo deseaba. Ni siquiera era capaz de pensar en suicidarse y acabar con esa pesadilla de una vez. No tenía escapatoria, era preso de sus propios padecimientos.

Había muchas cosas que Donghun odiaba. Odiaba a las enfermeras, de forma definitiva. Odiaba ese tono amistoso y almibarado con el que le hablaban, haciéndole parecer un infante. Odiaba la falsa preocupación por su alimentación o higiene. Pero por sobre todo, odiaba el hecho de darse cuenta de lo mucho que extrañaba a la enfermera Cho. A veces le veía detrás de la puerta conversando con las otras enfermeras, y se angustiaba por ver el rostro preocupado de la profesional. Donghun creía en su preocupación como nunca antes lo había hecho. Donghun creía que ella era, probablemente, la única persona que siempre le trató bien. Nunca le obligó a hablar, a comer. La forma en la que se comunicaba con él era calmada, mas no infantil. La enfermera Cho, detrás del ventanal, podía leer en la expresión adormecida de Donghun, el llamado de auxilio, y ella estaba dispuesta a hacer todo lo que pudiera para verlo nuevamente sonreír así de hermoso como antes lo había hecho.

Stay  [DongJun] (FINALIZADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora